Qué ver y qué hacer en 3 días en Roma
Descubrir Roma en un fin de semana largo es posible, pero tendrás que optimizar los tiempos de tu itinerario. Te dejo aquí la lista de los esenciales.

Plaza Venecia de Roma | ©Michele Bitetto
Roma es una fuente inagotable de lugares increíbles para visitar, ya sea sus monumentos más conocidos como sus rincones secretos. Templos, ruinas y fuentes, y todo el esplendor del Renacimiento y el Barroco hacen de la Ciudad Eterna un lugar único en el mundo.
Si bien tres días es poco tiempo para conocer realmente Roma, son más que suficientes para ver lo más bonito de la ciudad e incluso pasear tranquilamente por sus calles disfrutando de su inconfundible ambiente. Aquí tienes el itinerario ideal para un viaje de 3 días a Roma, con trucos y consejos para ver un montón de cosas en menos tiempo.
Día 1: Explora el Vaticano y el Centro Histórico
La mejor forma de empezar a visitar Roma es por los lugares más icónicos de la ciudad. ¡Prepárate para quedarte con la boca abierta nada más empezar tu viaje!
Capilla Sixtina

La Ciudad del Vaticano es la primera parada del itinerario. Aunque técnicamente no estarás en Roma durante esta visita, tanto la Capilla Sixtina como la Basílica de San Pedro podrían ser suficientes para hacer inolvidable un viaje a la Ciudad Eterna.
La Capilla Sixtina es parte de los Museos Vaticanos, un museo que alberga una apabullante colección de arte religioso y moderno, salas dedicadas a la exposición de restos arqueológicos, e incluso un museo de carrozas papales.
Pero vamos a lo importante: para visitar la famosísima capilla pintada por Miguel Ángel tienes dos opciones, o bien comprar tus entradas para la Capilla Sixtina o bien hacer un tour de los Museos Vaticanos con un guía oficial que te contará todos los detalles sobre este lugar lleno de historia.
Lo ideal es visitar la Capilla Sixtina lo más pronto posible en el día. La apertura es a las 9 de la mañana (todos los días de la semana excepto los domingos), por lo que agradecerás muchísimo estar allí alrededor de las 8.30 de la mañana y así evitar las hordas de turistas que asolan este lugar a mediodía.
Por supuesto, puedes aprovechar la visita para ver un par de cosas en los Museos Vaticanos. Para mi, lo más impresionante después de la Capilla Sixtina fue dar un paseo por la Pinacoteca Vaticana y visitar la Galería de los Mapas.
Basílica de San Pedro

Sal de los Museos Vaticanos y ve a la majestuosa Plaza de San Pedro. Para ello, ve por Viale Vaticano hasta girar a la derecha en Via Leone IV. Continúa por Viale dei Bastioni di Michelangelo, después por Via di Porta Angelica hasta que veas las columnas que bordean la plaza. Busca la entrada y maravíllate ante el espectáculo que de repente se eleva ante tus ojos.
Para cuando llegues, habrá un montón de turistas haciendo cola para entrar al templo, por lo que quizás te interese saber que puedes hacer una visita a la Basílica de San Pedro con guía oficial para saltarte la cola y además conocer a fondo la historia de todo lo que veas en su interior.
Esta maravilla del Renacimiento tiene mucho que ver en su interior: el Baldacchino, la Piedad de Miguel Ángel, la tumba de Alejandro VII y las Grutas del Vaticano son de lo más impresionante, pero algo que creo que lleva esta visita al siguiente nivel es subir a la cúpula de la Basílica de San Pedro. Por dentro, podrás ver de cerca los frescos y las inscripciones que la decoran, y por fuera tendrás unas vistas increíbles del Vaticano y de Roma.
Algo que debes tener en cuenta es que los miércoles la basílica no abre hasta las 13 horas por la celebración de la audiencia papal, una bendición del Papa en persona a los fieles congregados en la plaza. Los domingos también está cerrada al público.
Y recuerda: no te dejarán pasar a la Basílica de San Pedro si no llevas los hombros y las rodillas cubiertas, por lo que evita los pantalones cortos, la falda y vestidos y las camisetas sin mangas.
Castel Sant’Angelo

Originalmente, se construyó como mausoleo del emperador Adriano, hace casi dos mil años. Desde entonces, el Castel Sant’Angelo, a las orillas del río Tíber, ha sido una tumba, una fortaleza para el Papa en caso de ataque, un castillo y, en nuestros días, un museo.
En su interior, puedes ver los apartamentos papales, el mausoleo de Adriano, y recorrer los bastiones desde los que todavía apuntan cañones defensivos, y lo mejor, subir a la azotea para disfrutar de las vistas de Roma. En un viaje de 3 días a Roma no considero del todo necesario explorar su interior como parte del itinerario, pero si te llama la atención especialmente tienes toda la información que necesitas aquí: Entradas para el Castel Sant'Angelo de Roma: cómo comprar, precios y horarios.
Piazza del Popolo

Desde el Castel Sant'Angelo puedes dar un agradable paseito por la orilla del Tíber hasta llegar a la Piazza del Popolo, el lugar donde antaño llegaban los viajeros a Roma.
En el centro de esta plaza verás un obelisco egipcio de la época de Ramsés II, y a ambos lados las iglesias gemelas de Santa Maria in Montesanto y Santa Maria del Miracoli, situadas a ambos lados de la Via Corso.
Puedes parar a descansar un rato y después buscar algún sitio para comer. Por recomendación, fui a la trattoria dal Pollarolo 1936, en Via di Ripetta, 4, y me gustó mucho. Se trata de un sitio sin pretensiones, para nada turístico y en donde sirven pizza y pasta auténtica, con una buena relación calidad-precio.
Piazza di Spagna

Las visitas de la tarde son los lugares más bonitos y reconocibles de Roma. Desde la Piazza del Popolo, baja toda la Via del Babuino y en menos de 10 minutos habrás llegado a la Piazza di Spagna, cuyos atractivos principales son su famosa escalinata, que llevan a la preciosa iglesia de Trinità dei Monti, y la Fontana della Barcaccia.
La escalinata, que en primavera y verano se llena de adornos florales y gente, sirvió de escenario a Audrey Hepburn en la película ‘Vacaciones en Roma’. ¡No solo la Fontana di Trevi es famosa por aparecer en una película! Y hablando de ella, es la siguiente parada del día.
La Fontana di Trevi

Que obra de arte tan fantástica. Por su simbología, por la elegancia de su ejecución, por la magia que tiene el lugar al anochecer, por lo mucho que ha inspirado a artistas del mundo entero…
Siempre encontrarás gente frente a ella o tirando monedas al agua, siguiendo la tradición que dice que tirar una moneda te traerá de vuelta a Roma en el futuro, dos monedas te traerán un amor italiano y tres monedas un matrimonio (o un divorcio). Pero hay que hacerlo bien: hay que tirar la moneda con la mano derecha sobre el hombro izquierdo.
Si no te apetece encontrarte con la Piazza di Trevi abarrotada hasta sus cuatro esquinas, puedes hacer la visita a la Fontana di Trevi en otro momento: o bien al amanecer o pasada la medianoche habrá muy poca gente y son dos momentos muy especiales para ver este lugar.
El Panteón

A un corto paseo desde la Fontana di Trevi está la Piazza della Rotonda, donde se encuentra el increíble Panteón de Agripa (también conocido como iglesia de Santa María Rotonda). Es el edificio de la Antigua Roma mejor conservado de la ciudad, y aunque por fuera es una pasada lo mejor está en su interior.
Ir cuando todavía hay un poco de luz es una experiencia muy bonita ya que el edificio tiene una espectacular cúpula con un óculo a través de la cual entra la luz solar y refleja en los mosaicos y estatuas que alberga el Panteón.
Construido originalmente como un templo dedicado a toda la mitología de dioses romanos, el Panteón fue reconvertido para su uso como iglesia cristiana a principios del siglo VII. Dentro puedes ver las tumbas de algunos monarcas italianos y la tumba del pintor Rafael.
Día 2: Visita los monumentos y ruinas de la Antigua Roma
Ya has visto lo más espectacular de las épocas renacentistas y barrocas de Roma, pero todavía queda descubrir sus monumentos más notables y profundizar en la historia del Imperio.
El Coliseo

Construido en la Antigüedad como el lugar por excelencia donde celebrar espectáculos públicos, el Coliseo evoca las imágenes de gladiadores luchando a vida o muerte en la arena y es también un lugar importante para el culto católico, ya que en este lugar murieron los primeros cristianos por su fe.
Es uno de los lugares más populares de Roma para los turistas y por esto te aconsejo que sea lo primero que visites en el segundo día de tu viaje. Para saltarte la cola y esperar lo menos posible, lo mejor es reservar online tus entradas para el Coliseo. También puedes hacer un tour guiado del Coliseo, de unas 2 horas y media, lo cual te permitirá acceder a este monumento directamente y conocer su historia de la mano de un guía experto.
Otra opción es adquirir un Roma Pass, ya que incluye la entrada al Coliseo y a otras atracciones, además de un pase de transporte público para varios días. De hecho, el Roma Pass es perfecto para un viaje de 3 días a la Ciudad Eterna. Ten en cuenta que aunque vayas a usar un pase turístico para acceder al Coliseo, tienes que reservar el día y la hora de tu entrada, algo que te recomiendo hacer lo antes posible para asegurarte una hora temprano en el día.
El Coliseo abre todos los días desde las 8:30 de la mañana hasta hasta las 19:00, excepto los días 25 de diciembre y 1 de enero. El Coliseo está en la Plaza del Colosseo, y para llegar lo mejor es ir hasta la parada de metro Colosseo en la línea B. Para conocer otras formas de ir al monumento no te pierdas el post Cómo llegar hasta el Coliseo de Roma.
El Foro Romano y el Monte Palatino

Siguiente visita: ¡un viaje al corazón de Roma en tiempos antiguos! En tiempos del Imperio, lo que hoy se conoce como el Foro Romano era el centro de la vida pública en la ciudad. Allí verás ruinas de edificios dedicados al comercio y a la vida política, y podrás hacerte una idea de cómo era el día a día en la Antigüedad.
La entrada para el Coliseo te sirve para entrar al Foro Romano, situado en el Monte Palatino, una de las siete colinas de Roma, siempre y cuando hagas las dos visitas en el mismo día (por esto te recomiendo hacer esta visita inmediatamente después, guiño guiño, y bueno, porque están muy cerca el uno del otro y el itinerario queda de maravilla así).
Lo mejor es entrar al Foro Romano por el acceso de Via di San Gregorio, donde hay menos cola para entrar, y salir por la puerta que está más cerca del Coliseo.
Llegados a este punto te estará entrando el hambre, y te recomiendo hacer la parada para comer ahora. Ristorante Fiammetta en Piazza Fiammetta, 10, es un restaurante de toda la vida con una terraza muy mona donde te sirven platos de cocina romana auténtica, donde podrás comer por entre 20 y 25 € por persona.
Otra opción es la Taverna dei Fori Imperiali, más cerca del Coliseo. Es un restaurante familiar donde podrás probar platos de pasta casera (y los segundos platos de carne no se quedan atrás). También, por unos 20 € por persona. La dirección del restaurante es Via della Madonna Dei Monti, 9.
Y ya que te pones a decidir dónde comer, quizás te apetezca explorar otras opciones. Por ello, he escrito un artículo sobre mis restaurantes favoritos de Roma que quizás te ayude a elegir sitio: 10 sitios donde comer en Roma.
Termas de Caracalla

Aunque el tiempo ha hecho mella en las termas, y su estado de conservación dista bastante de otros lugares como el Coliseo o el Panteón, las Termas de Caracalla sigue siendo una visita interesante y personalmente creo que dar un paseo por estas ruinas tiene un encanto muy especial.
Puedes imaginarte a los cientos de bañistas que acudían diariamente a las Termas pasando el día en sus jardines, su biblioteca y haciendo ejercicio y cuidando su higiene. Se trata de un edificio que en realidad representa el esplendor de la Antigua Roma como ninguno otro, ya que es sinónimo de haber conquistado un nivel de bienestar (eso sí, reservado solo a los ciudadanos) equiparable a tiempos modernos.
Las Termas de Caracalla abren todos los días del año excepto el 25 de diciembre. Para llegar desde el Coliseo, baja andando por la Via di San Gregorio, continua por Viale delle Terme di Caracalla y gira por Via Antonina.
La Bocca della Verità

No te lo he dicho antes, pero mira, llegados a este punto lo mejor es que veas ‘Vacaciones en Roma’ de Audrey Hepburn y Gregory Peck antes de tu viaje, porque además de la escena en Piazza di Spagna, los protagonistas de la película también visitan la famosa Bocca della Verità, la famosa máscara de mármol que, según la leyenda, muerde la mano de las personas mentirosas.
Se encuentra en la Piazza della Bocca della Verità, que está justo enfrente de la Isla Tiberina, donde se encuentra la la Iglesia de Santa María de Cosmedin. Su pórtico interior alberga la Bocca della Verità. La plaza es bastante bonita y frente a la iglesia también puedes visitar un templo dedicado a Hércules y la Fuente de los Tritones.
Para llegar desde las Termas de Caracalla, lo mejor es andar: deshaz tus pasos hasta la altura de la Via di San Gregorio y continúa todo recto por la Via dei Cherchi hasta llegar a la Piazza della Bocca della Verità.
Trastevere

Para finalizar el día, la última visita se encuentra al otro lado del río Tíber: un antiguo barrio obrero que hoy es uno de los lugares más bonitos de la ciudad y un barrio que no ha dejado de estar de moda tanto entre locales como turistas. En las calles empedradas de Trastévere encontrarás encantadores edificios y rincones y algunas de las mejores pizzerías de Roma.
Te recomiendo darte un paseo por la zona y visitar la Piazza di Santa Maria in Trastevere (donde se encuentra una de las iglesias más llamativas de Roma) y descubrir las calles aledañas llenas de enredaderas y encanto.
Un lugar estupendo para cenar es la Pizzeria Ai Marmi, en Viale di Trastevere, 53-59. Abre hasta las 2:30 de la mañana y verás a mucha gente comiendo pizza en las mesas de su terraza o directamente de pie, ya que el local más que un restaurante parece directamente una cocina. Pero hay una razón por la que siempre está abarrotado: sus pizzas están de muerte.
Día 3: Recorre la historia de Roma y aventúrate en sus Catacumbas
Para terminar tu viaje a Roma, lo más bonito es alejarse un poco del centro y descubrir otros lugares de la ciudad, incluso los secretos que se esconden bajo sus calles y monumentos.
Vía Apia y las Catacumbas

Construida en el año 312 a.C., es una de las calzadas más antiguas de las que se conservan en el mundo, toda una suerte ya que esto permite comprobar la gran importancia que tuvo para el Imperio Romano al unir la capital con los asentamientos del sur del territorio y el movimiento de tropas y mercancías.
Gran parte de lo que hoy se puede ver en la Vía Apia es la piedra original empleada en su construcción, y a lo largo de su recorrido puedes ver varios lugares de interés en el Parco dell'Appia Antica, uno de los 10 mejores parques de Roma.
Para iniciar esta visita, dirígete al punto de partida de la calzada, en la Porta San Sebastiano. Desde el centro, hay varios autobuses que te llevan como el 118 o el 160, aunque el más directo es el 628 desde Piazza Navona.
Desde la Porta San Sebastiano basta con andar unos diez minutos para llegar a la iglesia del Domino Quo Vadis, un templo del siglo IX que marca el comienzo de los puntos de interés de la Via Apia.
Después, puedes visitar las Catacumbas de Roma. Hay dos que están abiertas al público: las Catacumbas de San Calixto y las Catacumbas de San Sebastián. Las primeras ofrecen el recorrido más largo y en su interior puedes ver las tumbas de los primeros 16 papas, así como los lugares de reposo de varios mártires cristianos.
Para visitar las Catacumbas, lo mejor es que leas la guía completa que he escrito ya que te indicará perfectamente cómo reservar un tour y qué ver en ellas: Entradas para las Catacumbas de Roma: cómo comprar y precios.
Después de la visita a las Catacumbas, o si no te apetece entrar a recorrerlas, continúa por la Vía Apia hasta la tumba de Cecilia Metella y el Circo de Majencio, a unos 10 o 15 minutos de camino.
En este momento te recomiendo hacer una parada para comer. Ai Fienaroli, en Via Piemonte, 125, tiene una carta de platos exquisitos como tartar de atún rojo con pan crujiente y crema de hinojo, carpaccio de lubina con pistachos y trufa negra, y mi favorito, las alcachofas a la judía. El precio es más elevado que el de otras recomendaciones en este artículo, rondando los 40 € por persona.
Galería Borghese

La Galería Borghese, en los jardines de Villa Borghese, alberga una de las colecciones más impresionantes de Roma con obras de artistas como Rafael, Bernini o Caravaggio.
Desde la Via Apia, tardarás muy poco en llegar andando y podrás disfrutar de un paseo por un museo con menos aglomeraciones pero igualmente interesante. La Galería Borghese abre todos los días de 9:00 a 19:00, excepto los lunes, día en el que permanece cerrada al público.
Puedes acceder a la Galería Borghese con un Roma Pass, pero en caso de que quieras adquirir tus entradas de forma independiente te recomiendo leer este artículo informativo antes: Entradas Galería Borghese: cómo comprar, precios y horarios.
Una vez hayas visitado la Galería Borghese, date un paseo por los jardines de Villa Borghese para ver sus mejores esculturas y dirígete hacia el oeste, en dirección a la Piazza del Popolo. Encontrarás la Terrazza del Pincio, un lugar desde donde disfrutar de una de las mejores vistas de toda Roma, especialmente al atardecer. Si ya has visitado la Piazza Navona o no te interesa demasiado, te recomiendo que te quedes por la zona y disfrutes de las vistas mientras descansas de estos días de viaje tan intensos.
Piazza Navona

Toca regresar al centro y hacer una última parada en Piazza Navona, la plaza principal de la ciudad, para que no te vayas de Roma sin verla. Aquí podrás ver un maravilloso trío de fuentes y tomarte un un café o un helado o sentarte a descansar de este día lleno de experiencias. Esta es, para mí, una de las plazas más bonitas de Roma.
Como has visto, visitar Roma en tres días es posible si sabes cómo hacerlo. No tengas miedo a incluir un gran número de visitas en un mismo día, ya que como has podido leer es muy fácil llegar desde un punto a otro ya que los lugares de interés están muy concentrados en el centro de la ciudad. ¡Ahora, a disfrutar de la escapada!