Qué ver y qué hacer en 4 días en Roma
Cuatro días en Roma serán suficientes para descubrir las paradas más importantes de la capital italiana, pero no tendrás tiempo que perder. ¡Te ayudo a organizarte!

Basílica de San Pedro al atardecer | ©Michele Bitetto
Cuatro días en Roma es el tiempo perfecto para ver todos sus monumentos y plazas principales y además descubrir sus lugares ocultos y rincones menos visitados.
En un viaje de dos o tres días vas con el tiempo un poco justo, pero al ir cuatro días vas a sentir la tentación (y no pocas veces) de simplemente entrar en cada pizzería y heladería que veas y ponerte las botas. ¡Pero tienes muchos lugares que descubrir! Aquí tienes el itinerario perfecto para pasar cuatro días en Roma sin caer en distracciones. O al menos, no a cada paso.
Día 1: Admira los monumentos de la Antigua Roma y pasea por el Barrio Judío
En tu primer día en Roma verás lo más monumental de la ciudad, los impresionantes edificios que se conservan desde la antigüedad y darás un paseo por el Barrio Judío, uno de los más interesantes de Europa.
El Coliseo

¿Cómo empezar tu viaje a Roma de una forma mejor que visitando una de las siete maravillas del mundo?
Dentro del Coliseo podrás ver la Historia Antigua en estado puro: el lugar más importante de la vida pública romana en tiempos del Imperio, donde los ciudadanos libres ejercían su derecho a entretenerse, algo que hoy nos parece incluso adelantado a su tiempo. Aquí se presenciaban combates de gladiadores en la arena e incluso es posible que tuviesen lugar recreaciones de batallas náuticas.
Con cuatro días en Roma, tienes tiempo para esperar las colas que se forman para acceder a este icónico edificio, aunque en todo caso yo te recomiendo que compres online las entradas al Coliseo, ya que te ahorras la cola de la taquilla y es una cosa menos de la que preocuparte. Si te apasiona especialmente la Historia, quizás es buena idea hacer un tour guiado del Coliseo, lo cual también te da la ventaja de saltarte la cola de acceso además de descubrir todos los detalles acerca de este lugar.
Si quieres hacerte la típica foto frente al Coliseo, sube las escaleras del lado norte (a la izquierda, nada más salir de la boca de metro de Colosseo) y ahí encontrarás una repisa que seguramente reconocerás al instante. Para conocer otros consejo sobre la visita al monumento, te recomiendo leer el post 10 consejos para visitar el Coliseo.
Foro Romano y Monte Palatino

Este lugar, muy cercano al Coliseo, es un museo al aire libre de ruinas de la Antigua Roma. Desde las casas del senado hasta plazas públicas, mercados y palacios, esta zona es todo un tesoro arqueológico e histórico.
Necesitas entrada para acceder al recinto, pero con la entrada del Coliseo puedes entrar gratis al Foro Romano. Se encuentra en el Monte Palatino, una de las siete colinas de Roma, y tienes dos maneras de entrar: o bien por la puerta junto al Coliseo, la que normalmente tiene más cola, o por Via di San Gregorio, aunque para esto deberás dar un poco de vuelta. Si no tienes prisa, lo mejor es hacer la cola.
También puedes hacer un tour combinado del Coliseo y el Foro Romano. De nuevo, si te apasiona la historia del Imperio Romano será una experiencia apasionante que te revelará todos los secretos que a simple vista quizás no percibas, pero si no es más que suficiente recorrer estas ruinas e imaginarse el día a día de la Antigüedad en esta ciudad.
Si te has quedado con ganas de ver más ruinas del Imperio Romano, hay más foros en Roma donde podrás pasear por la Historia. El Foro Imperial, el Foro de Augusto y el Foro de César, son algunos ejemplos, a poca distancia del Foro Romano y con acceso gratuito.
Piazza del Campidoglio y Piazza Venezia

La Piazza del Campidoglio es una de mis plazas favoritas de Roma. Su forma de óvalo, diseñada por nada más y nada menos que Miguel Ángel, y los preciosos edificios que la rodean hacen que esta plaza sea un lugar especial en el que sentarse, relajarse y disfrutar un rato de Roma.
Los sábados la plaza se llena de novios recién casados y gente paseando, y tiene un ambiente bastante agradable.
De camino a la Piazza del Campidoglio pasarás por Piazza Venezia, con el impresionante monumento nacional a Víctor Manuel II (o Altar de la Patria). Puedes acercarte y admirarlo en detalle y subir sus escaleras para disfrutar de las vistas de Roma.
Campo de’ Fiori

A un cuarto de hora andando de la Piazza del Campidoglio encontrarás esta animada plaza, muy visitada por los turistas, donde cada mañana excepto los domingos encontrarás un mercado con puestos de todo tipo, de productos gastronómicos, frutas y verduras e incluso panaderías.
En mi última visita a Roma, lo que hicimos fue comprar un par de ensaladas, algo de queso y pan y frutas para el postre en el mercado de la Piazza Campo de’ Fiori e hicimos un picnic en un banquito a la sombra. Otra opción es continuar hasta el Largo di Torre Argentina y pedir algo para llevar en Mercerie, en Via di S. Nicola de' Cesarini, 5, un sitio bastante de moda en Roma en el que puedes pedir unas cestitas rellenas para llevar que están riquísimas.
Largo di Torre Argentina

Este conjunto de ruinas es visitado por dos razones muy diferentes. Es el lugar donde fue asesinado Julio César, por lo que Largo di Torre Argentina es una atracción top para apasionados de la historia, pero también es un refugio de gatos callejeros, por lo que si te encantan los gatos tienes que venir a este lugar.
Las ruinas están ubicadas al aire libre, en medio de una plaza, y son los restos de varios templos de tiempos antiguos, así como lo que queda de la Curia de Pompeyo, el Senado romano, donde ocurrió el famoso asesinato de la figura histórica de Julio César.
Barrio Judío

El barrio Judío es un lugar muy tranquilo en el que respirar un ambiente algo diferente al del resto de la ciudad. Recorriendo sus pequeñas calles podrás llegar a la Gran Sinagoga de Roma, ver el Teatro Marcello, el hermano pequeño del Coliseo, admirar el histórico Pórtico de Octavia y visitar la encantadora Piazza Mattei con su Fuente de las Tortugas.
Ya que estás, te recomiendo probar las alcachofas a la judía, un plato de alcachofas fritas muy característico de este barrio. Para cenar, un sitio que está bastante bien y que frecuentan muchísimos locales es Giggetto al Portico d’Ottavia, en Via del Portico D’Ottavia 21/a-22, donde podrás pedir el plato típico de alcachofas pero también unas pastas y carnes excelentes.
Día dos: Pasea por el centro histórico y visita los lugares más famosos de Roma
Piazza del Popolo

La Piazza del Popolo es otro de mis lugares favoritos de Roma, con el Obelisco Flaminio en el centro (que en su origen se encontraba en el Circo Máximo)
Además de por sus tres iglesias, Santa María dei Miracoli, Santa María in Montesanto y la Iglesia de Santa María del Popolo, a las que merece la pena al menos entrar, al lado de la Piazza del Popolo está la Terraza del Pincio a donde puedes subir para disfrutar de unas bonitas vistas de la plaza y de Roma.
Galería Borghese

Desde la Piazza del Popolo estás a un corto paseo por los Jardines Borghese de la galería de arte del mismo nombre, la Galería Borghese, que alberga una de las colecciones de arte pictórico más importantes de toda Italia.
Ubicada en un antiguo palacio, la Galería Borghese es absolutamente impresionante y bien merece la pena recorrerla, especialmente si te apasiona el arte. Podrás ver pinturas de Caravaggio, Rafael, y Tiziano, entre otros maestros.
Lo mejor es comprar tus entradas online para la Galería Borghese, para asegurarte de que no te quedas sin ellas y ahorrarte la cola para comprarlas.
Piazza di Spagna

Tras la visita a la Galería Borghese, en el resto del día verás los lugares más emblemáticos de Roma y los puntos de interés turísticos que sí o sí tienes que ver en este viaje.
Empezamos por la famosa Piazza di Spagna, cuya escalinata, llena de flores en verano, está siempre llena de gente. La escalera está presidida por la bonita iglesia de Trinità dei Monti y en la plaza se encuentra la emblemática Fontana della Barcaccia. Esta plaza fue lugar de culto de los poetas románticos Keats y Percy Shelley, de hecho, en la propia plaza se encuentra la residencia de Keats convertida hoy en museo.
Fontana di Trevi

No puedes irte de Roma sin visitar la Fontana di Trevi: se trata de la fuente más impresionante y bonita de Roma y probablemente de todo el mundo. Tiene una belleza sin igual y la alegoría de la doma del mar que sirve como base para esta creación sin duda te hipnotizará.
Ya sea por su majestuosa belleza, por haber servido de icónico escenario en ‘La Dolce Vita’ o por la tradición de tirar monedas al agua, encontrarás una enorme multitud de personas en esta fuente. Por ello, puede ser una buena idea regresar o bien al amanecer o pasada la medianoche, dos momentos mágicos en los que encontrarás muchísima menos gente y podrás disfrutar de la esencia de la Fontana di Trevi en todo su esplendor. Una de las fuentes de Roma más hermosas que no te puedes perder.
Si vas a tirar una moneda al agua, recuerda la tradición: has de hacerlo con la mano derecha sobre el hombro izquierdo, y tirar una moneda para volver a Roma, dos monedas para encontrar el amor en Italia y tres monedas para invocar a la buena suerte en tu matrimonio o tu divorcio.
Galería Sciarra
A tan solo 5 minutos andando desde la Fontana di Trevi se encuentra esta galería con un pequeño patio en el que podrás ver frescos de estilo Art Nouveau y descansar de las multitudes, ya que no es un sitio muy conocido por los turistas. Es uno de esos lugares secretos de Roma que te encantará descubrir en tu viaje. ¡Anótalo en tu agenda!
El Panteón

El Panteón, hoy conocido como la iglesia de Santa María Rotonda, es un lugar lleno de misterio: conservado desde la Antigüedad, sobrevivió a las incursiones de los bárbaros y en el siglo VII se convirtió en un importante templo católico.
Personalmente, lo considero uno de los lugares más imprescindibles de cualquier visita a Roma, para maravillarte ante él tanto por fuera como por dentro, donde reina una atmósfera casi mágica por el óculo de la gran cúpula que deja pasar la luz del sol al interior. Aquí, podrás ver las tumbas de varios monarcas romanos y el sepulcro del artista Rafael, además de mosaicos y esculturas con un brillo especial.
Piazza Navona

Una de las plazas más bonitas y populares de Roma desde tiempos antiguos, en los que este espacio era el estadio de Domiciano, la Piazza Navona es un lugar milenario cuya belleza actual se debe en gran parte a las renovaciones de la época del Barroco, con las que se crearon las tres fuentes de la plaza y la iglesia de Sant'Agnese in Agone.
Se trata de un lugar que sin duda merece la pena visitar en un itinerario de cuatro días en Roma, donde sentarse a tomar un café, descansar y disfrutar del ambiente que allí se respira.
Castel Sant’Angelo

Un paseo desde la Piazza Navona hasta el Castel Sant’Angelo te llevará a través del Centro Histórico y al Puente Sant’Angelo, uno de los puentes más bonitos de Roma, que desemboca en el Castel Sant’Angelo.
Su construcción se remonta al siglo II, cuando el emperador Adriano ordenó que se erigiera el Castel Sant’Angelo como mausoleo para su familia. A lo largo de sus casi dos mil años de historia, este edificio ha servido de tumba, de fortaleza para el Papa en caso de ataque, como castillo y, en nuestros días, como museo.
Puedes visitar el mausoleo de Adriano en su interior y recorrer los apartamentos papales y asomarte a Roma desde los baluartes defensivos, en los que todavía reposan los cañones. Para preparar la visita, te recomiendo leer este artículo en el que te cuento todo lo que necesitas saber: Entradas para el Castel Sant'Angelo de Roma: cómo comprar, precios y horarios.
Día 3: Maravíllate ante la grandiosidad del Vaticano y disfruta de la tarde en Trastévere
Museos Vaticanos

Los Museos Vaticanos son un tesoro artístico que encierra joyas como la Capilla Sixtina, la Sala de los Mapas, la Pinacoteca Vaticana y muchas más estancias que, a mi juicio, es imprescindible visitar en un viaje de 4 días a Roma.
Olvídate de intentar ir a los Museos Vaticanos sin haberlo preparado con antelación: necesitarás comprar tus entradas para los Museos Vaticanos o bien hacer el tour oficial del Vaticano, con el que además de saltarte la cola disfrutarás de una experiencia sin igual en la que aprender la historia de este lugar y de lo que verás allí.
Lo mejor para esta visita es ir lo antes posible en la mañana, incluso si tu presupuesto lo permite te recomiendo hacer una visita guiada a primera hora en el que podrás acceder al Vaticano antes de su apertura al público y recorrer sus salas en un grupo reducido, sin tener que aguantar a las masas de visitantes que acuden a este museo todos los días. No te arrepentirás del madrugón cuando llegues a la Capilla Sixtina, ya que podrás verla con total tranquilidad.
A la hora de planificar el itinerario, ten en cuenta que los Museos Vaticanos cierran los domingos a excepción del último de cada mes (día que no te recomiendo para nada, ya que la entrada es gratuita y las colas que se forman son indescriptibles). De lunes a sábado, el horario de apertura es de 9:00 a 16:00.
Basílica de San Pedro

La Basílica de San Pedro es, sin lugar a dudas, la iglesia más impresionante que he visto en todos mis viajes. Ya solo el espectáculo que se eleva frente a ti según entras en la Piazza San Pietro es una de las imágenes que más te va a costar olvidar de todo tu viaje a Roma, pero es que por dentro te espera una obra de arte que puedes recorrer y sentir, y por si todo esto fuese poco puedes ascender a la cúpula de la basílica y admirar todo Roma a tus pies.
La entrada a la Basílica de San Pedro es gratuita pero vas a tener que hacer cola, lo cual no es un problema muy grande en un viaje de cuatro días. En realidad, la cola se mueve bastante rápido aunque parezca que no.
Pero, ¿para qué esperar cola? Tienes la opción de hacer un tour guiado de la Basílica de San Pedro, una vez más de la mano de un guía oficial del Vaticano.
Presta especial atención al Baldacchino, la Piedad de Miguel Ángel, la tumba de Alejandro VII y las Grutas del Vaticano, que es lo más impresionante de la Basílica de San Pedro, junto al ascenso a la cúpula, que puedes ver por dentro de cerca y por fuera, con la ciudad de Roma extendiéndose hacia el horizonte como telón de fondo.
Por cierto, los miércoles es mal día para visitar la Basílica de San Pedro: no abre hasta las 13 horas para permitir el correcto desarrollo de la audiencia papal, la bendición que ofrece el Papa en persona a los fieles congregados en la plaza. Los domingos la Basílica permanece cerrada al público durante todo el día.
También, ten en cuenta que la Basílica de San Pedro tiene un código de vestimenta que has de cumplir, igual que para el resto de lugares de culto católico de Roma y del Vaticano: hay que cubrirse los hombros y las rodillas, lo que significa llevar pantalones largos y jersey o pañuelo.
Trastevere

El Trastevere es uno de los barrios más bonitos de Roma y te transmitirá una sensación muy genuina al caminar por sus calles empedradas. Aquí encontrarás las típicas ventanas con postigos, edificios muy coloridos y enredaderas colgando de cada esquina.
Da un paseo por el Tíber hasta la Isola Tiberina y descubre sus alrededores, pásate por la Piazza di Santa Maria, llena de encanto, y entra a la Basílica di Santa Maria in Trastevere para admirar sus mosaicos dorados, una de las iglesias de Roma que más te sorprenderá.
Desde Villa Farnesina, basta con andar unos 20 minutos para llegar hasta la Piazza di Santa Maria in Trastevere.
Mirador del Gianicolo
Para finalizar el día, tienes la opción de relajarte con una copa de vino y un trozo de pizza en Trastevere (para ello te recomiendo probar la deliciosa pizza de Ai Marmi, en Viale di Trastevere, 53-59). O...puedes subir al Janículo para disfrutar de la puesta de sol sobre Roma, para lo cual tendrás que caminar unos 15 minutos desde la Piazza di Santa Maria en Trastevere.
Llévate algo de picar y beber y acomódate en un banco para disfrutar de las vistas y el aire fresco del anochecer. Siempre puedes volver a Trastevere después y disfrutar del resto de la noche.
Día 4: Testaccio y un lugar oculto de Roma
Pirámide de Cayo Cestio
¿Hubieses adivinado que puedes ver una pirámide en Roma? Pues sí, y una que además está magníficamente conservada desde tiempos antiguos.
Se trata de la Pirámide de Cayo Cestio, un magistrado romano que la ordenó construir para albergar su cámara funeraria, al estilo de las pirámides de Egipto.
Puedes verla nada más salir de la parada de metro de Piramide, en la línea B, pero desde donde vas a tener las mejores vistas es desde el Cementerio no Católico de Roma, la siguiente parada del itinerario en tu último día en Roma.
Cementerio no Católico
Este bellísimo cementerio pagano es único en la ciudad de Roma, y hasta impacta encontrar algo así en una ciudad tan relevante para el catolicismo. Los poetas Percy Shelley y John Keats, que como ya sabes eran unos enamorados de la Roma barroca, están enterrados aquí.
Es un lugar muy tranquilo con un ambiente encantador desde donde puedes ver la Pirámide de Cayo Cestio en todo su esplendor. También es un refugio de gatos callejeros, y verás a muchos paseándose por entre las lápidas del cementerio.
Mercado de Testaccio y Piazza Testaccio
El Mercado de Testaccio, a diferencia del de Campo de’ Fiori, es mucho más local y auténtico, por lo que te encontrarás con muchos menos turistas que no incluyen esta visita entre sus prioridades en una escapada a Roma.
En el Mercado de Testaccio hay de todo, puestos de ropa, calzado y antigüedades, y por supuesto un montón de puestos de comida donde te recomiendo degustar algunas exquisiteces de la gastronomía romana.
Aprovecha también para pasear por Piazza Testaccio, mucho menos abarrotada que las plazas principales de Roma, y descansa antes de poner rumbo a uno de los monumentos más impresionantes de la ciudad: el Circo Máximo.
Circo Máximo
A pesar de que esta no sea una visita esencial del itinerario, al estar por la zona puedes aprovechar para darte un paseo por el Circo Máximo, el primer estadio de Roma en el que se celebraban las famosas carreras de carros. Por la zona todavía quedan algunas ruinas de los palacios que se construyeron en torno a este lugar.
Hoy en día es un parque en el que ver los restos de la antigüedad e imaginar cómo serían los espectáculos que aquí tendrían lugar. Y ahora que has limpiado la mente de un día lleno de visitas, prepárate para descubrir uno de los lugares más especiales de toda Roma.
El Jardín de los Naranjos y la Cerradura de los Caballeros de Malta

En el monte Aventino, una de las colinas de Roma situada al sur de la ciudad, hay un lugar llamado el Giardino degli Aranci, o Jardín de los Naranjos. Inicialmente era un huerto de monjes Dominicanos, pero hoy es un parque en el que puedes encontrar una puerta con una cerradura a través de la cual puedes observar en miniatura la cúpula de la Basílica de San Pedro.
Se trata de una experiencia muy bonita y única, y en realidad mirar a través de la cerradura es sólo una excusa para pasear por las plantaciones de naranjos y disfrutar de su aroma, especialmente en una tarde de verano.
Te recomiendo subir aquí una hora antes del atardecer, aunque esto signifique reducir el tiempo que le dedicas a las visitas anteriores: es, sin duda, la mejor forma de terminar tu viaje a Roma y una de las vistas más impactantes y bellas de la ciudad.