Dónde ver las luces de Navidad de París
¿Te imaginas poder visitar la ciudad de las luces en su pleno apogeo? Si vas a ir a París en Navidades, lee bien mis consejos para saber cuáles son los mejores lugares para ver las luces iluminando la capital francesa.

Vista del Arco del Triunfo en Navidad | ©Craig Philbrick
¿Estás planeando un viaje a París en Navidad ? Una de las mejores maneras de celebrar la Navidad en París es viendo las luces que llenan los lugares más emblemáticos de la ciudad. Desde grandes avenidas como la de los Campos Elíseos hasta barrios más tranquilos de la periferia, la luz, el color y el esplendor navideños inundan las calles parisinas. ¡Qué suerte poder ver este espectáculo durante tu visita!
Por lo general, las luces se encienden desde finales de noviembre hasta principios de enero, por lo que tienes tiempo de sobra para ir a París y vivir una Navidad especial, recorriendo lugares turísticos que en estas fechas lucen aún más imponentes. Porque cuando la noche cae en París, la Navidad hace su aparición en forma de miles y miles de bombillas que te acompañarán en tu viaje.
1. El espectáculo de luces de la Torre Eiffel

Cada noche la Torre Eiffel se ilumina , pero de noviembre a enero, cuando la Navidad llega a las calles parisinas, las luces de aproximadamente 20000 bombillas se vuelven incluso más especiales. Pero la torre más famosa del mundo no es la única que brilla, sino que todo el camino que lleva a ella está lleno de luces azules y blancas que crean un ambiente festivo.
Como si fueran copos de nieve cayendo de las copas de los árboles, miles de luces flanquean el paso a los visitantes que llegan a la explanada de la Torre Eiffel. Cuando se alcanza la base de la Torre, además del espectáculo de luces y colores, te recibe un pequeño restaurante en una cúpula transparente que cada Navidad se coloca en la primera planta. ¿Necesitas hacer una parada antes de seguir admirando la Navidad parisina? Aquí puedes tomar algo caliente (¡y dulce!).
Patina sobre hielo bajo las luces de la Torre Eiffel
Si en lugar de descansar te apetece algo más de movimiento, ¿por qué no patinar sobre hielo? Así es, durante las Navidades se instala alrededor de la Torre Eiffel una pista de hielo sobre la que puedes patinar rodeado de un espectáculo de luces que hacen este plan aún más brillante. ¿No es un gran plan para vivir en familia?
Además, si viajas con niños a París, esta visita tiene una sorpresa que les encantará… Y es que según me han contado Papá Noel se pasea por la Torre Eiffel durante las semanas más especiales del año. ¿Acaso no vais a ir a verlo? Recuerda que, aunque para pasear por los alrededores no necesitas entrada, si quieres subir a la Torre Eiffel sí.
2. Un camino iluminado en la Avenida de los Campos Elíseos

Además de que en los Campos Elíseos siempre hay el que es uno de los grandes mercados navideños de París que no puedes perderte, por la noche cientos de focos y animaciones llenan de magia la avenida más concurrida de París. Sin duda, es muy emocionante caminar más de 2 kilómetros entre árboles cargados de guirnaldas luminosas. Aunque el paseo sea algo largo, te recomiendo tomártelo con calma e ir parando en los puestos del mercado mientras ves cómo el Arco de Triunfo se va haciendo cada vez más y más grande según avanzas hacia él.
Dicen que cuando ves una estrella fugaz tienes que pedir un deseo, pues bien, aunque no sean reales, el efecto que crean las luces navideñas de los Campos Elíseos es precisamente ese. Además, la tecnología led de las bombillas más modernas da aún más esa sensación de estar recorriendo un paisaje lleno de brillo y color.
Si no te gustan demasiado las aglomeraciones, será complicado evitarlas, porque ir a ver las luces a los Campos Elíseos es uno de los principales planes navideños en París, especialmente el día de su encendido. Sin embargo, te recuerdo que las luces se mantienen encendidas desde finales de noviembre hasta principios de enero, por lo que puedes ir en esas fechas, admirarlas con más calma y, por qué no, alargar el espíritu navideño un poco más.
3. Luces y árboles de Navidad en la Place Vendome

Si algo es la Plaza Vendome es elegante. Las muchas joyerías que se sitúan allí ya dan suficiente luz y brillo al lugar con sus escaparates llenos de diamantes y piedras preciosas. Sin embargo, desde noviembre a enero la plaza se llena además de luces doradas para celebrar la Navidad. Por lo tanto, esta es una visita obligada si quieres vivir la Navidad en París.
Más allá de las guirnaldas de luces que adornan las fachadas, la iluminación de la Plaza Vendome destaca por sus decoraciones, sobre todo por los abetos gigantes que durante el día son verdes pero por la noche parecen nevados por la cantidad de luces blancas y azules que los cubren.
Mi consejo es que acudas a ver estas luces al final del día, cuando lo único que te apetezca sea descansar un rato. Eso sí, el cansancio se te acabará pronto porque el refinamiento, el brillo y el glamour de esta plaza despiertan a cualquiera.
4. Descubre todos los escaparates iluminados de la Avenida Montaigne

A una de las avenidas más lujosas de París se le suma la Navidad desde finales de noviembre. Además de la iluminación general de todas las calles parisinas, en esta zona son las luces de los escaparates las que dejan con la boca abierta a todo el que pasa por ella. Aunque no vayas a comprar nada en las boutiques que allí se encuentran (como Chanel o Louis Vuitton), mi consejo es que no dejes de dar un paseo mientras admiras cada expositor, ¡merecen la pena!
No creas que con ver uno de los escaparates es suficiente, porque cada marca de moda diseña con cuidado y según su propia personalidad cada tienda. Así, podrás ir descubriéndolas una a una y elegir la que más te guste o encontrar la que tiene más luces.
Una de las grandes ventajas de las luces de la Avenida Montaigne es que no tienes que esperar a la noche para verlas, ya que por el día también deslumbran y dan vida a los fríos días del invierno de París.
5. Contempla París iluminado desde la noria de la Plaza de la Concordia

Si vas caminando entre las luces colgantes de la Avenida de los Campos Elíseos, es posible que llegues a la Plaza de la Concordia, donde la iluminación es igual de espectacular, creando un ambiente navideño que enamora hasta a los más escépticos. Pero si hay algo que se ha convertido en una visita obligada cuando la Navidad llega a París es la noria que se coloca en la Plaza.
Aparte de las luces que irremediablemente nos atraen hacia ella, lo mejor de esta noria es las vistas que ofrece, que no tienen nada que envidiar a la de los mejores miradores de París. ¿Te imaginas poder ver desde metro de altura el centro de París iluminado en Navidad? Sube a la noria y quédate con la boca abierta, porque te prometo que la panorámica es increíble.
El precio aproximado es de 12€, aunque cuentan con descuentos para niños, que seguro que están deseando apuntarse al plan. Cuando bajéis los adultos podéis aprovechar para tomar un reconfortante vino caliente en alguno de los puestos de alrededor mientras seguís contemplando las luces. ¡Está riquísimo!
6. El encendido del árbol de Navidad de Notre Dame

Aunque la catedral de Notre Dame no está iluminada de manera especial durante las Navidades, el gran árbol que se coloca delante de ella es suficiente para dar luz a toda la plaza. ¿No lo has visto nunca? Pues ahora ya tienes un plan más que añadir a tu lista. Además de las luces, el árbol está decorado con mucho cuidado, haciéndolo aún más imponente y bello.
La combinación del verde natural del árbol y el azul de sus luces son los complementos ideales de Notre Dame. Te aseguro que querrás hacer una foto de cómo la fachada de la catedral se recorta con la silueta iluminada del árbol.
Mi consejo es que dediques al menos una media hora a sentarte en algún banco de alrededor a admirar el árbol y la luz que desprende sobre el cielo estrellado de París.
7. Las luces más tradicionales de Saint-Germain-des-Prés

¿Conoces este barrio del distrito VI de París? En sus brasseries y cafés se han dado cita algunos de los grandes intelectuales y artistas de la historia, pero por si eso no la hiciese ya suficientemente especial, en Navidad todas sus calles se llenan de luces. En concreto, te recomiendo que vayas al Boulevard Saint Germain y a la Place Saint Germain des Prés, donde se concentran todas las decoraciones luminosas y a los que puedes llegar fácilmente con la línea 6 del metro de París.
Aunque mucha gente acude a Saint-Germain-des-Prés solo por ver su mercado navideño o tomar algo en sus tradicionales cafés, son muchas las personas que se sorprenden cuando se encuentran con un espectáculo de luces que hace que la magia de la Navidad y la emoción de vivirla aumenten.
Quizá en Saint-Germain-des-Prés no estén las luces más potentes de París, pero te puedo asegurar que tienen algo especial. Además, al ser una zona no tan turística como pueden ser los Campos Elíseos, puedes disfrutar con más tranquilidad de la Navidad y sentir que estás en el corazón del París más real.
8. La llegada de la Navidad a las Galerías Lafayette y Boulevard Haussman en noviembre

¿Quieres vivir la experiencia de entrar en un cuento de Navidad? Apúntate bien esta recomendación: el Boulevard Haussman. En este área es donde están los grandes almacenes más famosos de París, como pueden ser las Galerías Lafayette, por lo que además de las luces que cuelgan de los árboles del bulevar, espera encontrarte escaparates llenos de decoraciones e incluso autómatas que dan la bienvenida a la Navidad.
Te puedo asegurar que todas las grandes tiendas llamarán la atención con sus luces, colores y escaparates navideños, pero si hay un lugar al que querrás dirigirte ese es las Galerías Lafayette y su fachada iluminada. Habrás oído hablar de ellas porque durante el año la arquitectura de su edificio ya es bastante imponente, pero es que durante la Navidad lo es aún más. Si no me crees, mira este vídeo y espera a ver en directo el árbol de 25 metros que preside el hall de las Galerías durante la época festiva.
Si dejas que tu vista continúe más allá del árbol (aunque es complicado), irás viendo como los escaparates de todas las tiendas de la Galería siguen una estilo y diseño comunes para mantener la armonía y que la magia navideña llegue a cada rincón.
9. Un poblado de luces en Bercy Village

Cuando llegues a Bercy Village sentirás cómo tu imaginación echa a volar. La decoración toma mil y una formas (animales, esferas, árboles…) y todas de ellas iluminadas. ¿El resultado? Un paisaje de luces que convierten a este centro comercial al aire libre es una especie de poblado navideño creado por algunos de los mejores diseñadores franceses.
Bercy Village es un lugar histórico, por lo que además de ver las luces podrás sentarte en alguna de sus terrazas a observar su construcción en piedra blanca, madera, acero y cristal mientras te tomas una buena copa de vino, ya que en este pequeño pueblo verás que abundan las bodegas.
Al estar en el distrito XXII y no ser tan popular como otros barrios, Bercy es un buen lugar para disfrutar de las luces de París sin tanta gente pero con la misma ilusión y espíritu navideños.
10. Las noches navideñas de El Louvre y el Jardín de las Tullerías

¿Vas a ir al museo del Louvre en tu viaje a París? Te recomiendo que vayas a última hora o que incluso aproveches el día que abren de noche, para que al salir te encuentres con el gran Jardín de las Tullerías vestido de Navidad y con unas luces que alumbran todo el lugar.
En el centro de París, se extiende el magnífico jardín del Louvre que en Navidad además de acoger un bonito mercado, también está lleno de grandes estructuras luminosas. De hecho, este momento recibe el nombre de “La Magia de las Tullerías”, porque el encendido de las luces a finales de noviembre da inicio a unas semanas donde el calor y el brillo de la Navidad llegan a todos los corazones.
Además, mientras te dedicas a caminar entre las decoraciones luminosas y descubriendo las mil formas que tienen, puedes ir haciendo alguna compra navideña en los puestos del mercado.
¿Tienes ya apuntadas todas las paradas para ver las luces de Navidad en París? Te prometo que te deslumbrarán en el buen sentido y que vivirás una Navidad mágica.