Qué ver en Ámsterdam en 3 dias; aprovecha tu viaje al máximo
¿Vas a estar tres días en Ámsterdam? No hay problema, he organizado un recorrido para que puedas conocer los rincones más importantes de la ciudad. ¿Empezamos?
Como sé que diseñar el recorrido de cada día puede ser una ardua tarea, he preparado un itinerario para que tu viaje de tres días en Ámsterdam merezca la pena y te permita ver lo imprescindible. El primer día te centrarás en la parte más histórica del centro de la ciudad, pero en los dos días posteriores habrá tiempo para acudir a lugares más concretos pero igualmente esenciales.
Día 1: No te pierdas lo primordial de Ámsterdam
En tu primer día, Ámsterdam te dará la bienvenida con su vertiente más cultural. Aprovecha el comienzo del viaje para conocer lo más típico de la ciudad y visitar sus museos, donde podrás tener una primera toma de contacto con su historia. No te preocupes, también habrá tiempo para recuperar fuerzas tras un día de mucho andar.
Admira el arte de sus museos
¿Qué tal si empezamos la jornada en el Museumplein? Podríamos decir que esta zona, conocida como el barrio de los Museos, es el centro cultural y artístico por excelencia de Ámsterdam. Obviamente, aquí no están todos las pinacotecas y salas de exposiciones de la ciudad, pero sí los museos más importantes de Ámsterdam, como el Museo Van Gogh, el Rijksmuseum o el de Arte Moderno.
Aunque tengas que comprar cada entrada por separado, te recomiendo dedicar una mañana visitando uno o dos de estos museos; sin duda son emblemas de Ámsterdam. Eso sí, al tener colecciones tan reconocidas en el mundo entero, reciben muchos visitantes durante todo el año, así que compra siempre las entradas con antelación. ¿Cuáles son mis recomendaciones?
- Museo Van Gogh: si hay un artista holandés que merece un museo propio ese es Vincent Van Gogh. Allí podrás conocer la historia de este pintor a través de sus cuadros, cartas y bocetos.
- Rijksmuseum: más de dos millones de personas acuden cada año a este museo para conocer el arte del Siglo de Oro holandés, pudiendo así contemplar obras de Vermeer o Rembrandt, entre otros.
- Stedelijk: si te gusta el arte moderno, te encantará admirar las creaciones de Picasso, Renoir o Andy Warhol en este museo, créeme.
Descansa y come en el parque Vondelpark
Seguro que tanto arte de ha entrado un poco de hambre; al fin y al cabo en los museos, yendo de una sala a otra, se anda bastante. Pues bien, ha llegado la hora de comer algo y tengo un plan para ti: hacer un picnic en Vondelpark.
Lo bueno es que en este parque, que es el más grande, bonito e importante de Ámsterdam, puedes comprar una cesta de comida si no llevas tú la tuya. Para llegar fácilmente, puedes reservar el autobús turístico de Ámsterdam.
Y cuando hayas llenado el estómago, puedes bajar la comida caminando un rato por las 45 hectáreas del Vondelpark. Son muchas, lo sé, pero te recomiendo al menos acercarte a su teatro al aire libre, donde suele haber algún concierto, sobre todo durante el verano en Ámsterdam. En cualquier caso, seguro que disfrutas caminando por este paisaje diseñado por Jan David Zocher al más puro estilo inglés, con estanques, bosques y jardines.
Visita la Plaza Dam, la más famosa de la ciudad
No puede pasar un minuto más sin que conozcas la Plaza Dam, el centro de Ámsterdam. Aquí es donde se celebran eventos importantes en abril en Ámsterdam, como el mercado de tulipanes o la gran celebración del Día del Rey. Aunque no sea un día especial, es un lugar que siempre hay que visitar, ya que allí se encuentran monumentos y edificios importantes.
De hecho, te recomiendo reservar entradas al Palacio Real de Ámsterdam (actualmente sede de actos oficiales) o el Monumento Nacional a los holandeses caídos durante la Segunda Guerra Mundial.
Además, en la Plaza Dam también se encuentra el Museo de cera de Ámsterdam, al que puedes entrar para conocer las figuras de cera de personalidades importantes en Holanda y en el mundo entero. Si te apetece algo más tradicional, puedes entrar a la Nieuwe Kerk (la Iglesia Nueva), que tiene mucho valor histórico aunque un interior poco llamativo.
Accede al patio de Begijnhof
Cerca de la Plaza Dam se encuentra Begijnhof, un patio interior muy bonito con mucha historia detrás. Igualmente, puedes llegar cómodamente si reservas el autobús turístico de Ámsterdam.
Para empezar, tienes que saber que tiene un carácter religioso, así que guarda silencio y respeto mientras estés allí. Se fundó en la Edad Media como un refugio del ajetreo de la ciudad, aunque su fama se debe a la comunidad de mujeres cristianas y solteras que allí habitaban y desde donde ayudaban a personas desamparadas de la ciudad.
Actualmente, Begijnhof pertenece a la Iglesia Reformada Inglesa y a la Protestante de los Países Bajos, pero se han seguido manteniendo su estructura y, sobre todo, sus casas, construidas según un estilo gótico y cada una con un aspecto totalmente diferente a las otras. Entre ellas se encuentra la más antigua de Ámsterdam, que data de 1528.
Piérdete por las calles del centro histórico de Ámsterdam
Ahora que ya te has introducido en el centro histórico de Ámsterdam, el siguiente paso sería conocer el resto de edificios, calles y secretos que se esconden en esta área. Y, para ello, naa mejor que alquilar una bicicleta.
Posiblemente a tu llegada a la ciudad ya vieses algo, puesto que la Estación Central se emplaza aquí. Justo a su lado está la Iglesia de San Nicolás, una visita imprescindible para conocer la historia y la tradición católicas de Ámsterdam.
Uno de los mejores sitios por los que caminar es Spui, un conjunto de calles peatonalizadas por las que apenas pasan coches. Si empiezas a tener hambre o te apetece hacer una pausa, estás en buena zona, ya que hay muchos restaurantes para picar algo y también varios coffee shops.
Día 2: Descubre la naturaleza en medio de la ciudad
Para el segundo día mi propuesta tiene como escenario una parte mucho más natural y luminosa de Ámsterdam. Seguro que ya te imaginas que los canales van a ser uno de los escenarios que recorrerás, pero tengo más sorpresas preparadas, como el mercado de las flores. ¡Hora de ponerse en marcha!
Pedalea por los canales de Ámsterdam
No te preocupes, no hace falta ser deportista para aguantar una ruta en bici por los canales de Ámsterdam. De hecho, es un terreno muy plano, lo que sin duda ha contribuido a que todos sus habitantes prefieran moverse por Ámsterdam sobre dos ruedas.
Mi consejo es que para conocer toda la zona de los canales de Ámsterdam:
- Alquiles una bicicleta.
- Reserves un tour guiado en bicicleta por Ámsterdam si no te atreves a ir por libre.
Lo bueno de hacer este tour por la mañana es que tienes más energía para recorrer los tres canales principales: Prinsengracht, Keizersgratch y Herengracht. El anillo que forman los tres se denomina Grachtengordel. A tu paso y el de tu bici irás viendo lujosas mansiones a la orilla del Herengracht y también cruzarás algunos de los más de mil puentes que hay.
Haz una parada para degustar el mejor queso de Ámsterdam
Probablemente con tanto pedaleo necesites reponer fuerzas con algo de comida y qué mejor forma que reservar una cata de quesos en Ámsterdam. Y es que algo tan típico como las bicis es el queso en Ámsterdam.
También puedes dirigirte a alguna tienda especializada o al propio Museo del Queso, que se encuentra en el canal Prinsengracht y su entrada cuesta aproximadamente 1 €. Allí no solo conocerás la historia de este alimento, sino que podrás probar diferentes tipos (de manera gratuita y sin límite) y luego comprar las que más te hayan gustado.
El queso tiene una larga tradición en Holanda y, al ser la capital, en Ámsterdam puedes encontrar de diferentes sabores y también las variedades más comunes, aquellas que tienen como nombre el de una ciudad importante (Gouda, Maasdam o Edam, por ejemplo). ¡Ya me contarás cuál te gusta más después de degustarlos!
Embriágate del buen olor del Mercado de las Flores
Para continuar con el recorrido por los lugares más coloridos y típicos de Ámsterdam, ¿por qué no ir al Mercado de las Flores? No te voy a engañar, el mejor momento para ir es cuando la primavera llega a Ámsterdam, pero cualquier época del año es buena para darte un paseo por sus puestos, apreciar la gran cantidad de flores que hay (especialmente los tulipanes) y quizá comprar alguna semilla.
En la capital holandesa adoran las flores y el Bloemenmarkt es su lugar predilecto para ir a comprarlas, así que no pienses que es un sitio únicamente para turistas. Más allá de flores y plantas ya crecidas, puedes aprovechar para hacerte con bulbos o semillas, ¡son un gran regalo y recuerdo de tu viaje! Si no, también puedes dedicarte solo a caminar, porque el olor que desprende ya es toda una experiencia.
Acércate a la Plaza Rembrandt y a su historia
En Ámsterdam hay muchas plazas, pero después de la Dam, la Rembrandtplein es de las más famosas. ¿Por qué? Porque allí se encuentra la estatua más antigua de la ciudad, que homenajea al pintor que también da nombre a la plaza, Rembrandt van Rijn.
Además, allí también puedes encontrar la antigua casa del artista, que ahora se ha convertido en su museo. Puedes visitarlo; algo que recomiendo si quieres ver sus grandes obras (la entrada cuesta aproximadamente 15€).
Y junto a esta, un edificio que seguro llama tu atención es el teatro Pathé Tuschinski. Data del año 1921 y, aunque no entres al interior, la fachada ya es suficiente para dejarte con la boca abierta. ¿Por qué? Porque está diseñada según los motivos del Art Decó.
Relájate en un crucero nocturno por los canales
Aunque ya has estado en los canales por la mañana, te recomiendo volver cuando empiece a caer la tarde para embarcarte en un crucero por los canales de Ámsterdam. Cuando la luz del sol empieza a irse, es muy bonita la escena que deja sobre el agua, los puentes y las orillas. Viéndolo entenderás por qué están declarados Patrimonio de la Humanidad.
Puedes reservarlos a cualquier hora, pero yo te recomiendo hacer un crucero por los canales de Ámsterdam por la noche. Es cuando los edificios y monumentos más importantes empiezan a iluminarse, una perspectiva preciosa. Además, tendrás una guía que vaya explicándote todo lo que vas viendo, como la Curva Dorada, el Puente Estrecho o la Casa de Ana Frank. A continuación, te indico varias posibilidades para que te decantes por la que más te convenga:
- Crucero guiado por los canales de Ámsterdam, desde 21 €.
- Crucero histórico por los canales de Ámsterdam, desde 41 €.
- Crucero con aperitivo y bebidas por los canales de Ámsterdam, desde 61 €.
- Crucero con pizza por los canales de Ámsterdam, desde 41 €.
- Crucero en barco abierto por los canales de Ámsterdam, desde 21 €.
- Crucero panorámico por los canales de Ámsterdam, desde 23 €.
- Crucero por lo más destacado de Ámsterdam, desde 18 €.
Día 3: Descubre los barrios históricos de Ámsterdam
Es el último día, pero no por ello el menos importante. De hecho, en esta tercera jornada por Ámsterdam vas a tener la oportunidad de adentrarte en el conocido barrio de Jordaan, pero también en la casa de Ana Frank, imprescindible para entender una de las épocas más tristes y dolorosas de la cultura holandesa. Aun así, habrá también tiempo para actividades más animadas, ¡prometido!
Conoce el antiguo barrio de Jordaan
Comienza el día en el barrio de Jordaan, que pasó de ser uno de los más pobres de la ciudad a uno de los más concurridos y vanguardistas. La razón es que, durante la Edad de Oro, la ciudad tuvo que expandirse y de ahí surgió el Jordaan, que alojó a trabajadores pobres que vivían en casas hacinadas y pequeñas.
Todo esto podrás verlo durante la visita, ya que los ciudadanos lucharon para que, en 1970, no se tirasen todos los edificios y se respetase la historia del lugar. Aunque ahora es una zona moderna, sigue contando con monumentos que, a lo largo de los años, han obtenido mucho significado; uno de los más recientes es el Homomonument, que recuerda a las personas enjuiciadas por su identidad sexual.
Si quieres tomar algo antes de continuar, puedes hacer una parada en el Brouwersgracht, un canal que delimita al Jordaan en el que se encuentran las cervecerías más antiguas de la ciudad.
Adéntrate en la casa de Ana Frank y el barrio judio
En el número 263 de Prinsengracht se encuentra uno de los lugares más importantes y más solemnes de Ámsterdam: la casa de Ana Frank. Allí se alojaron durante casi tres años Ana y su familia, hasta que alguien los delató a los nazis y fueron enviados a campos de concentración. Solo sobrevivió su padre, que decidió publicar los famosos diarios. Actualmente el que fue su hogar es ahora un museo que cuenta su historia.
No es ningún secreto que la visita es dura pero, sin lugar a dudas, te recomiendo reservar un tour de Ana Frank por el barrio judío. Es una visita fundamental.
Cuando salgas, te invito a hacer un tour por el barrio judío de Ámsterdam. Antes de la Segunda Guerra Mundial fue un importante centro de judíos en Europa y, aunque ahora lógicamente la población ha decrecido mucho, sigue manteniendo la influencia de su cultura. Además, allí están el Memorial Nacional del Holocausto, el Museo de Historia Judía o la Sinagoga Porguesa (hubo una gran comunidad de judíos lusos en Ámsterdam).
Admira las vistas de Ámsterdam desde la iglesia de Westerkerk
Al lado de la casa de Ana Frank se encuentra la Iglesia de Westerkerk, que menciona varias veces en su diario. Es famosa, además, por ser la iglesia protestante más grande de Ámsterdam, así que no puedes dejarla pasar. Sobre todo, te recomiendo subir a su torre, que tiene 85 metros de altura y ofrece unas impresionantes vistas sobre la ciudad.
La torre y su campanario son claramente los elementos más atractivos de Westerkerk, ya que el interior de la iglesia no es tan llamativo. Sin embargo, el acceso es gratuito, así que no pierdes nada por entrar y echar un vistazo.
Recupera fuerzas comiendo en el barrio chino
¿Empiezas a notar el hambre? A solo unos minutos caminando del judío está el barrio chino, donde como puedes imaginar se encuentran los mejores restaurantes de Ámsterdam. Haz una pausa y entra a alguno para probar sus ricos menús. Si te apetece otro tipo de comida asiática, también la encontrarás, ya que esta zona se ha abierto a culturas como la coreana o la tailandesa.
Más allá de a los comercios que hay en el barrio chino, que por cierto es el más antiguo de Europa (se empezó a crear alrededor del 1910), tienes que ir al Templo budista Fo Guang Shan He Hua. Su construcción es reciente (año 2000), pero su importancia no ha dejado de crecer desde entonces. Es el primer templo budista de Europa y también el más grande del continente. El acceso es gratuito, pero recuerda que es un edificio religioso y hay que respetarlo con silencio y consideración.
Conoce el mercado y la plaza de Nieuwmarkt
Tres días pueden parecer pocos teniendo en cuenta todo lo que hay por ver en Ámsterdam, sin embargo, habrás comprobado que si organizas bien tu viaje tendrás la oportunidad de conocer lo más representativo. Además, si reservas el autobús turístico de Ámsterdam puedes ahorrar tiempo en tus desplazamientos.
Para casi finalizar tu viaje te propongo que vayas a Nieuwmarkt, una de las principales plazas de Ámsterdam donde se organiza un mercado cada día, de 9 h a 17 h. Su ambiente enérgico y acogedor contagia a cualquiera. Vayas a la hora que vayas, podrás entrar a alguno de los muchos cafés y restaurantes que allí hay.
La plaza se construyó alrededor de una de las puertas medievales de la ciudad, por lo que a nivel histórico es todo un emblema. Te aconsejo dar una vuelta por sus alrededores, aunque en seguida te llamará el edificio De Waag (la Casa de las Pesas). Actualmente, es un restaurante, pero antes fue parte de la muralla y, algo después, el lugar donde se colocaron las balanzas para pesar los alimentos del mercado.
Acaba el día con un tour por el famoso Barrio Rojo
¿Pensabas que llegaría el final de tu viaje a Ámsterdam sin visitar el Barrio Rojo? Está claro que es uno de los lugares que más curiosidad despierta, pero para entender todo lo que allí ocurre y cómo es realmente su atmósfera, es mejor ir por la noche y, si tienes la oportunidad, visítalo con un tour por el Barrio Rojo.
No tengas miedo, es una zona segura, aunque para conocer mejor su historia te recomiendo reservar un tour guiado por el barrio rojo. La controversia, el alcohol, la prostitución y el juego son las grandes protagonistas del Barrio Rojo de Ámsterdam. No obstante, por sus calles también se esconden edificios con una bonita arquitectura y muchas leyendas por conocer.