Qué ver y hacer en Nápoles en 1 día

¿Solo tienes un día para conocer la capital del sur de Italia? No te preocupes: de la mañana a la noche podrás aprovechar al máximo lo mejor de esta hermosa ciudad en un recorrido rápido.

Ana Caballero

Ana Caballero

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Qué ver y hacer en Nápoles en 1 día

Napoli, Italia | ©Kelly

El sur de Italia no solo existe en las películas y si vas a Nápoles, aunque sea solo un día, te darás cuenta de cuánto merece la pena. Esta ciudad te va a enamorar, pero si andas con el tiempo justo, aquí te traigo un itinerario para que conozcas lo mejor. Por la mañana, podrías comenzar el paseo desde lo alto del Vomero, una de las colinas más importantes de la ciudad. Y puedes cerrar el día, junto a la costa, viendo el sol ponerse frente al mar.

Es cierto que mucho de lo que puedas ver dependerá del tiempo, el clima y qué tanto quieras recorrer. Para que no tengas excusa, te preparé una lista con un recorrido de un día por la ciudad para que sepas con precisión qué ver y hacer en Nápoles en poco tiempo. ¿Te apuntas a este viaje relámpago?

1. Deslúmbrate con las vistas desde el Castel Sant’Elmo

Castel Sant’Elmo | ©Richard Mortel
Castel Sant’Elmo | ©Richard Mortel

¡Comenzamos! ¿Y qué mejor manera que empezar desde lo alto de la colina del Vomero? Si vienes en un taxi desde el aeropuerto, no habrá pérdida para llegar, porque se ve desde toda la ciudad.

Aquí verás el enorme castillo que preside esta colina: el Castel Sant’Elmo. Es gigante y vas a alucinar, pues desde ahí puede admirarse toda la ciudad y ya tiene 700 años de antigüedad.

Se trata de una fortificación medieval de carácter militar que decidió construir el entonces rey de Nápoles por la posición estratégica que tenía. Lo ideal es que estés aquí desde las 8:30 h que es cuando abre y podrás visitarlo de forma gratuita, por lo que no tienes que gastar más dinero.

Este castillo ya estaba ahí siglos antes que todo el Vomero estuviera poblado e incluso antes que la mayor parte de la ciudad. Además de su sublime arquitectura y de las vistas, el castillo alberga un museo permanente, dedicado a todo tipo de obras producidas entre 1910 y 1980. Seguro que si lo visitas podrás encontrar más actividades culturales y eventos colectivos que reúnen a cientos de personas.

Si tienes poquísimo tiempo, no te compliques: desde el Castel Sant’Elmo puedes sacar todas las fotografías que quieras y podrás llevarte la imagen de uno de los mejores símbolos de Nápoles.

Recorre en una media hora sus puestos de fortificación, sus grutas y rampas internas y así, quédate con la mejor vista interior y exterior de la ciudad.

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2. Prepárate para bajar en metro o en funicular

Funicular Napoles | ©Armando Mancini
Funicular Napoles | ©Armando Mancini

Aún es temprano, así que cuando termines tu visita por el Castel Sant’Elmo, prepara tu recorrido colina abajo. Podrías tomar la estación Vanvitelli de la línea 1 del metro para bajar y quedarte en la estación Museo, nuestra próxima parada, pero eso no sería tan icónico como ir en funicular.

Y es que en Nápoles hay cuatro sistemas de funiculares, tres de los cuales suben al Vomero, por lo que son parte indispensable del transporte público de la ciudad.
No son muchas las ciudades que usan estos funiculares y para quien no los conoce, son una atracción en sí misma, pues parecen unos trenes en bajada.

Aunque hay tres opciones que son los funiculares Centrale, Chiaia, Merghellina y Montesanto, este último es el que debes tomar.

Cuando vayas en el funicular, lo mejor es que te quedes en la estación del corso Vittorio Emanuele. Esta es una calle increíble, panorámica y que podrás disfrutar caminar por sus vistas. Si te quedas en esta estación, puedes caminar unos quince minutos hacia el norte, cruzar en la via Salvator Rosa y llegarás a nuestra próxima parada: el Museo Arqueológico.

3. Una visita al Museo Arqueológico

Museo Arqueológico de Napoles | ©Istvánka
Museo Arqueológico de Napoles | ©Istvánka

Ahora sí: bienvenido al Museo Arqueológico Nacional, uno de los mayores centros de arqueología de toda Europa. Tiene todo el sentido del mundo, porque es que la cercanía a las ruinas de Pompeya y Herculano es enorme y por eso, Nápoles se ha convertido en una capital arqueológica.

Este edificio fue construido a finales del siglo XVI, pero primero fue una escuela de equitación y después una universidad por lo que lo del museo solo llegó mucho después. Solo en 1777 comenzaron los primeros trabajos de museo y en 1860, tras la unificación de Italia, se convirtió en Museo Nacional.

Si llegas a este museo a eso de las 10 u 11 de la mañana, podrás hacer un recorrido muy potente en dos horas. En caso de que te quedes 2 días en la ciudad o alguno más, lo mejor sería que pudieras ver más exposiciones. ¿Pero de verdad quieres irte de Nápoles sin haber pasado por aquí?

Un par de horas alcanzan para entender lo que significa ese museo y puedes extender tu recorrido hasta cerca de la 1 de la tarde sin que te retrase nada más del itinerario.

La entrada cuesta 15 euros y merece la pena de principio a fin. Cuando estés dentro del museo, podrás ver hasta cinco niveles de colecciones, pero mi consejo es que te centres en dos: en la planta baja podrás ver la colección Farnese, donde está el Toro Farnesio, una de las esculturas más importantes de la antigüedad.

Luego, podrás descender al sótano, donde están los hermosos mosaicos que se han descubierto en Nápoles y la colección egipcia.

4. En la via Toledo, trattorias y paseos

Plaza Dante | ©Mstyslav Chernov
Plaza Dante | ©Mstyslav Chernov

Si terminaste tu grandiosa visita al Museo Arqueológico entonces que no haya duda: es hora de almorzar. Desde el museo puedes comenzar a bajar dos calles por la via Enrico Pessina hasta que llegues a la deslumbrante Plaza Dante, donde comienza una calle que es el corazón de la ciudad: la via Toledo.

Si tuvieras más tiempo, nada mejor que contratar un tour gastronómico por Nápoles para descubrir su comida. En cualquier caso, tampoco debes preocuparte, ya que en esta vía descubrirás lo increíble que es comer en esta ciudad.

Justo en la plaza Dante podrás almorzar en alguno de los mejores restaurantes y trattorias de Nápoles, como la trattoria Leon d’Oro o la Antichi Sapori. Todos ellos conquistan paladares de turistas y locales. Disfruta tu almuerzo con vista a la hermosa plaza y descansa un rato, porque aún queda recorrido.

Cuando termines de comer, continúa bajando por la via Toledo para que puedas toparte con negocios pintorescos, como la tienda de sombrillas artesanales de Mario Talarico, un símbolo de la ciudad.

Esta es una de las calles más famosas y características de Nápoles que atraviesa todo el borde de los Quartieri Spagnoli y te conecta con la Galería Umberto I. Si te faltó algo por comprar o si quieres dedicarle unas horas adicionales al shopping, entonces la via Toledo es el lugar.

Esta via es un buen punto de encuentro para planificar nuevos tours y recorridos, dentro de Nápoles y en toda la región de Campania. Cuando ya hayas bajado unas cuantas cuadras, solo cruza hasta la Galería Umberto I.

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5. Desvíate levemente hasta la galería Umberto I

Dentro de la galería Umberto I | ©Marco Assini
Dentro de la galería Umberto I | ©Marco Assini

Sigue bajando en dirección al mar. Si te desvías un poco, vas a entrar en la galería Umberto I, uno de los lugares más hermosos de la ciudad. Como su nombre lo indica, es una galería donde podrás comprar en las mejores tiendas de la ciudad. Su techo es de hierro y vidrio, lo que lo hace totalmente transparente y permite entrar a la luz solar.

Aunque no vayas a comprar ni un par de calcetines, la galería Umberto I es un espectáculo por sí misma. En el centro de la galería hay un octágono desde el que puedes sacar todas las fotos que quieras.

Su cúpula es imponente y se ve desde buena parte de la ciudad. Además, sus edificios internos son realmente espectaculares, pues combinan tradición con modernidad.

La restauración de muchos edificios ha dado magníficos resultados, así que dentro y fuera de ellos, podrás degustar de todo tipo de comida o incluso, ver locales de vida nocturna o potenciales habitaciones para alquilar. Mucho lujo que merece la pena visitar.

6. Detente en el Teatro de San Carlos

Teatro de San Carlos | ©Carlo Raso
Teatro de San Carlos | ©Carlo Raso

Es cierto que hay mucho por hacer, pero es que pasar de largo por el teatro más antiguo de Europa no es una opción.

Cuando salgas de la galería, tendrás en frente al Teatro de San Carlos. Aunque muchos discuten este título, es un hecho que el Teatro di San Carlo, como se conoce en italiano, es el más antiguo teatro de ópera aún está en funcionamiento en Europa. Además, es una estructura realmente preciosa.

Fundado en 1737, este teatro es más viejo que Italia misma y vio pasar a los grandes de la ópera, además de que sirvió de modelo para la construcción de muchos teatros más. Incluso, a mediados del siglo XIX, uno de sus encargados fue Giuseppe Verdi, uno de los más notables compositores de ópera italiana.

Lo más probable es que solo tengas tiempo para sacar una foto, pero a veces hay óperas en la calle y justo en este espacio, frente a la plaza Trieste y Trento, puedes merendar y tomarte un café en el histórico Café Gambrinus, donde han pasado todas las estrellas en Nápoles.

7. De la plaza Plebiscito a la plaza Municipio

Plaza Plebiscito | ©Vyacheslav Argenberg
Plaza Plebiscito | ©Vyacheslav Argenberg

Nos vamos acercando al final del paseo y ahora solo queda la contemplación. Por eso, junto al teatro de San Carlos está la plaza Plebiscito, un espacio realmente grande. En sus costados están preciosos edificios como la Basílica de San Francisco de Paula o el Palacio Real.

Esta plaza es realmente grande, por lo que no te extrañes si cuando la visitas hay algún acto cultural o, incluso, algún mitin. Eso sí, habrá más posiblidades de encontrar algún evento si viajas a Nápoles en verano.

No puedes dejar de admirar la belleza del Palacio Real, ni tampoco la basílica, a la que si vas bien de tiempo, puedes entrar unos cinco minutos para toda su belleza arquitectónica y artística.

Si caminas un poco más hacia el este, podrás llegar hasta la plaza Municipio que es una plaza alargada que tiene una fuente impresionante: la de Neptuno.

Lo cierto es que todo el que pasa por aquí no puede dejarle de echar un vistazo al dios Neptuno. Mucho menos si al fondo se ve el Castel Nuovo, un castillo medieval que parece sacado de una película.

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8. El atardecer y la cena desde el Castel dell’Ovo

Castel dell’Ovo | ©Priit Tammets
Castel dell’Ovo | ©Priit Tammets

¿Ya se está acercando la hora del atardecer? Pues ha sido un largo recorrido, ¿no? No te despidas tan pronto, que el Castel dell’Ovo o Castillo del Huevo, en castellano, es el mejor lugar para que puedas ver la puesta del sol.

Y es que este castillo, ubicado justo al lado del mar, es el más antiguo de la ciudad y comenzó a ser construido en el siglo I a.C. Solo tendrás que caminar por la via Ammiraglio Ferdinando Acton un par de kilómetros, bordeando la costa hasta que llegues a la via Partenope y ahí bajes a la pequeñísima península donde está el castillo.

Si haces un tour guiado por esta preciosidad de castillo, seguramente te dirán que su nombre viene de una leyenda que sostenía que el poeta Virgilio tenía escondido en el castillo un huevo mágico que era el responsable de que la construcción nunca fuera destruida. Sin embargo, el huevo se rompió y además de derrumbarse el castillo, la ciudad fue asolada con diferentes males.

¿Y tú? ¿Crees que esto pueda haber sido cierto? Este es un tema que puedes conversar durante la cena, así que acercarte a los cafés y restaurantes que hay en el puerto deportivo situados detrás del castillo, como la Trattoria Castel dell'Ovo para las mejores pizzas o la Officina del Mare, si quieres degustar los mejores mariscos viendo la noche caer mientras respiras aire de mar.

¿Caminar o usar transporte público en Nápoles?

Autobus de Napoles | ©Paul Burroughs
Autobus de Napoles | ©Paul Burroughs

Si solo vas a estar un día en Nápoles y lo que quieres es hacer un recorrido amplio, entonces prepárate para caminar. Sin embargo, esta no es la única opción. Para empezar, tienes opciones de buses turísticos en la ciudad que te pueden hacer recorridos fantásticos, sin que debas usar transporte público. SI buscas comodidad, esta es una gran opción.

Pero si decides usar transporte público, en Nápoles hay un sistema de metro con dos líneas (1 y 6) y además hay varias líneas de trenes que pasan por la ciudad y que incluso te pueden llevar a lugares un poco más lejanos. A eso hay que sumarles los icónicos y fantásticos funiculares y los autobuses. En total tienes:

  • Líneas 1 y 6 del metro de Nápoles
  • Línea 2, operada por Trenitalia
  • Funiculares de Nápoles (Chiaia, Morghen, Montesanto y Mergellina)
  • Tren Circumvesuviana (Nápoles-Sorrento)
  • Tren Circumlegrea
  • Tren Cumana (Nápoles-Pozzuoli)

Todo el recorrido que te propuse lo puedes hacer andando, pero hay espacios donde es recomendable tomar el funicular, especialmente desde el Vomero hasta la parte baja de la ciudad. Incluso, si necesitas ir rápido a la costa, puedes tomar la línea 1 del metro desde lo alto de la ciudad.

En cualquier caso, tienes a tu alcance la posibilidad de comprar la tarjeta Unico Napoli, con la que puedes usar todos los sistemas de transporte, no importa que sean operados por empresas diferentes.

Aunque los viajes individuales cuestan poco más de un euro, puedes irte sobre seguro y comprar la tarjeta, especialmente si estás usando a Nápoles como punto de partida para excursiones a otros lugares de la región, como Pompeya o el monte Vesuvio.

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