Crucero por las tierras vírgenes de Doubtful Sound desde Te Anau

Acerca de esta actividad

Entradas digitales aceptadas
Duración: 9 horas
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Desde
202 € 184 €
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Sin sobrecostes ni cargos ocultos
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Lo más destacado

Embárcate en una aventura por uno de los fiordos más remotos de Nueva Zelanda con este crucero de día completo por Doubtful Sound que sale desde Te Anau. El viaje combina autobús, ferry y barco panorámico para llevarte hasta un paisaje de selva templada, cascadas y picos que rozan las nubes.

  • Sube a un ferry por el lago Manapouri, cruza el paso Wilmot y navega tres horas por aguas vírgenes
  • Descubre fauna salvaje con comentarios de un guía naturalista en inglés
  • Disfruta de café, té y bollería a bordo mientras contemplas montañas y cascadas

Qué está incluido

  • Traslados en autobús Te Anau – Lago Manapouri y regreso
  • Ferry panorámico por el Lago Manapouri
  • Autobús por la carretera Wilmot Pass
  • Crucero de tres horas por Doubtful Sound en catamarán

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La experiencia en detalle

La jornada comienza en Te Anau, donde un autobús climatizado te conduce bordeando praderas y bosques hasta Lago Manapouri. Allí embarcas en un ferry moderno con amplias cubiertas exteriores que atraviesa las aguas color turquesa rodeadas de montañas tapizadas de hayas. El guía explica cómo los glaciares excavaron este sistema lacustre y señala islotes cubiertos de musgo donde anidan cormoranes.

Al llegar a la orilla opuesta, otro autobús remonta los 22 km de la carretera Wilmot Pass, una pista aislada que serpentea entre helechos arborescentes y musgos fluorescentes. En la cumbre del paso, un mirador ofrece la primera panorámica de Doubtful Sound, un laberinto de fiordos que se pierde entre nieblas. La breve parada te permite fotografiar cascadas y, con suerte, escuchar el canto del tui o ver un kea sobrevolando.

En Deep Cove te espera el barco principal: un catamarán de tres cubiertas equipado con ventanales panorámicos y servicio de café. Durante casi tres horas, la proa se desliza por brazos de agua rodeados de acantilados de más de mil metros, donde la selva templada se agarra a la roca. El naturalista a bordo detalla la lluvia dual del fiordo, una capa superficial de agua dulce que flota sobre el agua salada y crea un ecosistema único. Con frecuencia asoman delfines mulares del sur, lobos marinos de Nueva Zelanda y pingüinos de Fiordland; la tripulación reduce velocidad para observarlos sin perturbarlos.

En el extremo del Mar de Tasmania, el capitán apaga los motores y pide silencio durante un minuto. El fiordo se convierte en un anfiteatro natural donde solo se oyen las cascadas y el graznido lejano de las aves, un momento que muchos viajeros describen como sobrecogedor. El regreso recorre la misma ruta panorámica, de modo que tendrás una segunda oportunidad de fotografiar cascadas como Helena Falls iluminadas por la luz de la tarde.

Al desembarcar en Deep Cove, el autobús te devuelve por Wilmot Pass y el ferry cruza de nuevo el lago, con la posibilidad de avistar reflejos rosados en el agua si el tiempo acompaña. Llegarás a Te Anau al anochecer, con la sensación de haber explorado uno de los rincones más aislados y puros del planeta.

Otras cosas que deberías saber

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