Qué ver y hacer en Livorno en 2 días

Si estás planeando visitar Livorno en dos días, ponte calzado cómodo porque la ciudad tiene un sinfín de atractivos. Te cuento cómo aprovechar cada segundo en ella.

Sonsoles Jimenez

Sonsoles Jimenez

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Qué ver y hacer en Livorno en 2 días

Livorno | Massimo Frasson

Livorno es una ciudad que sorprende. La conocida como “Venecia de la Toscana” esconde mucho más que los canales por los que recibió ese sobrenombre. La ciudad conserva edificios históricos de gran interés, cuenta con museos que merecen una visita calmada y oculta rincones que hacen suspirar al más romántico. Todo ello sin olvidar una deliciosa gastronomía y unos vinos de renombre.

Hay muchas cosas que ver en Livorno. Por eso, es esencial que planifiques muy bien la visita. Dos días pueden dar para mucho y te permitirán conocer todos sus atractivos. Solo tienes que organizarla bien. ¿Necesitas ayuda? Entonces toma nota de los siguientes itinerarios.

Día 1: Visita a las fortalezas de Livorno, el Museo de la Ciudad y Nueva Venecia

Fortaleza Vieja | ©Thomas Gorman
Fortaleza Vieja | ©Thomas Gorman

El plan para el primer día en Livorno consiste en dar un paseo por su historia. ¿Cómo? Descubriendo sus dos monumentos principales. Ese será el principio. Para el final te propongo un paseo muy diferente, pero inolvidable.

Fortaleza Vieja

El puerto es el gran tesoro de Livorno. Allí se alza, la Fortaleza Vieja, que se construyó precisamente para proteger y controlar esa entrada a la ciudad. Y su simbolismo es enorme, no solo por esa función defensiva, sino también porque fue en ella donde en 1606 se celebró la ceremonia por la que Livorno se proclamó ciudad. Por ello, es el punto perfecto para iniciar el recorrido de este primer día.

La fortaleza se levantó en el siglo XVI sobre dos estructuras anteriores y a lo largo de su historia ha sido recinto defensivo, cuartel militar, lugar de recepción de esclavos y prisión. El recinto sufrió severos daños en la Segunda Guerra Mundial, pero los trabajos de reconstrucción permiten hoy admirarlo.

Si quieres contemplar las mejores vistas del puerto y de la ciudad, sube a la torre de la fortaleza. Tampoco te pierdas la Palazzina del Capitano, es sede de la Autoridad Portuaria y a la vez espacio museístico donde conocerás mucho más de la ciudad. Por cierto, la Fortaleza Vieja es también escenario de un sinfín de eventos culturales de todo tipo.

  • Horario: la fortaleza abre de martes a domingo de 9:30 a 12:30 y de 14:30 a 17:00.

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Fortaleza Nueva

Es la hermana pequeña de la fortaleza vieja y otro de los tesoros históricos de la ciudad. ¿Qué vas a encontrar en ella? Lo primero que verás será un robusto recinto defensivo rodeado por un foso que fue excavado por esclavos. Una vez que atravieses el puente que sirve de acceso, lo que te espera es un parque público.

La Fortaleza Nueva se levantó a finales del siglo XVI también para defender el puerto de la ciudad. Y, al igual que la vieja fortaleza, sufrió daños en la Segunda Guerra Mundial. A pesar de ello, todavía es posible recorrer viejas galerías. Otro de sus rincones, la Sala degli Archi, se ha reconvertido en espacio cultural.

Nueva Venecia

Es el barrio con más encanto de Livorno. Si lleva el nombre de esa otra célebre ciudad italiana es, por supuesto, por los canales que lo recorren. No son tan imponentes como los de la Venecia auténtica, pero sí son hermosos. Por ello, después de visitar la fortaleza, mi consejo es que des un paseo tranquilo por este barrio.

Descubrirás qué otras similitudes tiene con Venecia. Te doy algunas pistas: los puentes, los elegantes palacios que se asoman a los canales y los pequeños callejones. No te pierdas el Canal de Navicelli, la arteria principal del barrio, y tampoco palacios como los del Monte di Pietà o el delle Colonne.

¿Por qué se construyó la Nueva Venecia? Para facilitar el transporte de todo tipo de mercancías desde el puerto hasta el corazón de la ciudad. Merece la pena que le dediques algo de tiempo, por su belleza y porque es de los pocos lugares de la ciudad que resistió los devastadores efectos de la guerra.

Iglesias de Santa Catalina y San Ferdinando

No tienes que salir de Nueva Venecia para admirar dos de las iglesias más bonitas de Livorno. La iglesia de Santa Catalina siempre sorprende. Por fuera llama la atención por su enorme cúpula, que es uno de los puntos más elevados de la ciudad con sus 63 metros. La sorpresa espera en el interior: unos magníficos frescos de Giorgio Vasari decorando esa misma cúpula.

A un paso está la iglesia de San Ferdinando. Es un templo de estilo barroco que guarda un pequeño tesoro: un magnífico grupo escultórico, los Esclavos liberados, de Giovanni Baratta.

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Una parada para comer

Cacciucco | ©Susan Lucas Hoffman
Cacciucco | ©Susan Lucas Hoffman

Si empiezas a notar algo de cansancio y necesitas reponer fuerzas después de la primera parte de la visita a la ciudad, Nueva Venecia es el lugar perfecto para comer. Aquí encontrarás desde pequeñas trattorias a restaurantes para gourmets o terrazas en las que tomar algo rápido.

La cocina típica de la ciudad es deliciosa, así que te aconsejo probarla. No te pierdas el cacciucco, que es una sopa elaborada con diferentes tipos de pescado. O, si prefieres, prueba el bacalao a la livornesa, que primero se fríe para luego cocerlo con tomate y ajo.

Si eres de los que come con un vasito de vino, pide un caldo de la tierra para acompañar la comida, son de excelente calidad. Incluso puede que te animes después a hacer alguno de los tours del vino de Livorno que se elaboran en la región. Eso sí, tendrás que sacrificar alguna visita en la ciudad.

Museo de la Ciudad

Si quieres tener una visión muy completa de la historia de Livorno, el Museo de la Ciudad es visita obligada. En sus salas se exhiben desde obras de arte hasta piezas arqueológicas o fotografías que te permitirán conocer mucho más de esta ciudad.

Incluso el edificio que alberga el museo es un pequeño tesoro en sí mismo. Se trata del edificio Bottini dell’Olio, un antiguo almacén de aceite del siglo XVII. Hoy en él se muestran tesoros artísticos y documentos históricos, pero hace años en él había hasta 300 depósitos de aceite.

  • Horario: el Museo de la Ciudad de Livorno abre de martes a domingo de 10:00 a 19:00. Además de los lunes, cierra el 1 de enero, el 1 de mayo, el 15 de agosto y el 25 de diciembre.

Un paseo por los canales

Para acabar este primer día en Livorno, mi consejo es que te relajes y disfrutes de un paseo diferente. Ya has recorrido las calles de Nueva Venecia y has cruzado sus puentes. También puedes dar una relajada vuelta por sus canales, eso sí, en barca, no en góndola. De cualquier forma, es una de esas experiencias que no puedes perderte si visitas la ciudad.

Desde el agua podrás contemplar mucho mejor la belleza de los edificios que se asoman al canal. Incluso puede que se te escape algún suspiro cuando pases por debajo de los puentes. ¿Por qué merece la pena dejar este paseo para el final del día? Descansar un poco es solo una excusa, lo cierto es que el atardecer en Nueva Venecia es especial, por eso te lo recomiendo.

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Día 2: Los cuatro moros, la catedral, el Mercado Central y la Terraza Mascagni

Piazza Micheli | ©Colin Hepburn
Piazza Micheli | ©Colin Hepburn

El segundo día es perfecto para recorrer esos otros lugares simbólicos de Livorno y también para ir de compras y llevarse un buen recuerdo de la ciudad en todos los sentidos o incluso para realizar alguna de las excursiones de un día desde Livorno.

Piazza Micheli

El punto de partida de esta segunda jornada es la Piazza Micheli. Es aquí donde se alza otro de los símbolos de la ciudad, la escultura de Los cuatro moros. La estatua representa a Fernando I de Medici. ¿Por qué ese nombre? Por las cuatro figuras de prisioneros que se sitúan a sus pies.

Te propongo ahora un pequeño reto. Según los habitantes de la ciudad, hay un punto, solo uno, desde el que se puede ver la nariz de todos los prisioneros. ¿Serás capaz de encontrarlo? Si es así, la leyenda popular dice que tendrás suerte en la navegación. Tal vez no te haga falta, pero al menos habrás descubierto algo curioso de esta escultura y de la ciudad.

Vía Grande, Piazza Grande y catedral

En la Piazza Micheli arranca la Vía Grande. Como puedes imaginar, es la arteria principal de Livorno. Fíjate en la elegancia de los edificios que la flanquean y, sobre todo en esos soportales que le dan un aspecto muy particular y que son perfectos para no mojarse en los días de lluvia. Por cierto, es también arteria comercial, un lugar perfecto para hacer algunas compras.

Subiendo por esta avenida llegarás a la catedral de San Francesco. El templo se levantó entre los siglos XVI y XVII, pero la portada y gran parte del edificio que verás es una reconstrucción. El duomo de Livorno quedó prácticamente destruido por los bombardeos de 1943 y 1944. Si te interesa visitarla, abre todos los días de 1:00 a 12:00 y de 16:00 a 19:00.

Además de en la catedral, fíjate bien en la plaza en la que se encuentra. Es la Piazza Grande, concebida como gran plaza de armas. La reconstrucción que se realizó no refleja fielmente cómo era hace un siglo. En cualquier caso, no pierdas detalle de algunos edificios simbólicos: el Palazzo Grande, el Palazzo Comunale o el Palazzo Granducale.

Pasear por la Vía Grande y la Piazza Grande es algo que debes hacer sí o sí en cualquier época, pero especialmente cuando acaba el año. Ver la avenida decorada con la iluminación navideña y un gran árbol en el centro de la plaza es una de las mejores cosas que hacer en Livorno en Navidades.

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Plaza de la República

La plaza Micheli es un extremo de la Vía Grande, el otro es la plaza de la República, uno de los puntos neurálgicos de Livorno. Es un espacio diáfano enorme con una estatua a cada lado que representan a Ferdiando III y Leopoldo II respectivamente. Pero si tiene algo especial es que está construida sobre un canal.

No abandones la plaza sin haberte fijado en el Cisternino, un edificio de estilo neoclásico que se construyó a principios del siglo XIX para abastecer de agua la ciudad. Hoy sus salas acogen infinidad de eventos culturales. Es fácil identificarlo por su media cúpula.

Mercado Vettovaglie y una parada para comer

Mercado Central | ©Alice Twain
Mercado Central | ©Alice Twain

Es en los mercados tradicionales en los que se siente el sabor de lo auténtico. Pero el Mercato Vettovaglie tiene algo especial. Es un precioso edificio del siglo XIX de estilo neoclásico que imita a las galerías de hierro parisinas. No solo es una belleza, sino que también es enorme, por sus dimensiones es el segundo mercado de estas características de Europa.

En su interior puedes pasear por su gran sala mientras contemplas los puestos de comida. Si te apetece, pide algo de comer en alguno de sus establecimientos. Y, si prefieres continuar con la visita, dirígete a la plaza Cavalloti, donde también encontrarás un buen número de puestos.

Este es el momento perfecto para hacerte otra recomendación gastronómica. La comida para llevar o callejera de Livorno es también deliciosa. Si te apetece comer algo rápido, pide unos scagliozzi, que son bastones de polenta frita. También te recomiendo el cinque e cinque, una especie de bocadillo relleno de una pasta de garbanzos.

Museo Cívico Giovanni Fattori

Si te gusta el arte, tu siguiente parada debe ser el Museo Cívico. En su interior se exhiben interesantes obras de artistas románticos de Livorno y de la Toscana, con especial protagonismo de la obra de Giovanni Fattori, uno de los grandes del impresionismo italiano.

Pero el edificio que alberga el museo también merece la atención. Es una villa del siglo XIX que mantiene todo su sabor decimonónico, desde la decoración hasta el mobiliario. Presta atención a los frescos de los techos, son maravillosos.

  • Horario: el museo abre de martes a domingo de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 19:00. Cierra los lunes, el 1 de enero, el 15 de agosto y el 25 de diciembre.
  • Precio: unos 6 € la entrada general y alrededor de 4 € la reducida.

Acuario de Livorno

Si viajas a Livorno con niños, visitar el Acuario de Livorno es un plan con el que van a disfrutar muchísimo. En este recinto hay 33 enormes peceras en las que viven miles de animales marinos de infinidad de especies diferentes.

Buena parte de esos tanques están dedicados a los ricos ecosistemas del mar Mediterráneo, pero también los hay centrados en ecosistemas de todo el mundo. En el acuario hay, además, un lugar muy especial: una pecera en la que se ha colocado la reconstrucción de un barco romano. Y, para tener unas vistas increíbles del mar y de la Terraza Mascagni, nada como subir a su terraza panorámica.

  • Horario: la apertura general es de 10:00 a 17:00. Sin embargo, el acuario varía bastante esos horarios en fechas especiales. También cambian los días de apertura. Por ello, la recomendación es consultar previamente los horarios.
  • Precio: a partir de 12 euros la entrada adquirida online y unos 16 si se adquiere en taquilla. Niños de hasta 140 cm de estatura, mayores de 65 años y discapacitados tienen descuentos.

Terraza Mascagni

Terraza Mascagni | ©roberto burchi
Terraza Mascagni | ©roberto burchi

Para acabar la segunda jornada en Livorno, nada mejor que hacerlo en la Terraza Mascagni. Es realmente un encantador paseo junto al mar. Desde ella se contempla el atardecer más hermoso de Livorno. Ver cómo el sol cae sobre el mar Tirreno es todo un espectáculo.

Pero no te fijes solo en el horizonte. La terraza en sí es una pequeña joya. Se construyó a principios del siglo XX, su suelo está decorado con casi 35 000 baldosas blancas y negras y su balaustrada tiene 4000 columnas. Un último dato: el nombre de esta terraza homenajea a Pietro Mascagni, un compositor local.

Si quieres guardar en el recuerdo la postal más romántica de Livorno, acaba tu visita en este lugar. Será un magnífico broche para esa escapada de dos días a una ciudad muy desconocida, pero que guarda algunos tesoros que merece la pena conocer.

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