Barco turístico de paradas libres por Gotemburgo
Acerca de esta actividad




Lo más destacado
Surca los canales y el puerto interior de Gotemburgo a tu ritmo con un barco turístico de paradas libres. El billete diario te permite subir y bajar tantas veces como quieras, desde el muelle histórico de Lilla Bommen hasta los astilleros de Lindholmen y la animada Feskekôrka, siempre con vistas de postal y la brisa salina acariciando la cubierta.
Estos barcos panorámicos cuentan con comentarios en audio, techos retráctiles para los días soleados y mantas para las brisas frescas. Las principales atracciones están a unos pasos de cada embarcadero, de modo que podrás combinar fácilmente museos, compras o un fika con vistas al mar.
- Reserva tu pase y evita colas en taquilla
- Explora la ciudad saltando de barrio en barrio sin esfuerzo
- Disfruta de 360° de vistas desde la cubierta abierta
Qué está incluido
- Pase hop-on hop-off válido todo el día
- Acceso ilimitado a todas las paradas del recorrido
- Audioguía a bordo
- Manta en días frescos y techo retráctil en días soleados
La experiencia en detalle
El embarque en Lilla Bommen, junto a la ópera y el velero Viking, marca el inicio de un recorrido que mezcla tradición marinera y diseño escandinavo. A bordo, una audioguía va señalando antiguos almacenes de especias, grúas gigantes que recuerdan el pasado astillero y puentes tan bajos que apenas rozan la cabina: ¡prepara la cámara para ese clásico “duck under”!
La primera parada popular es Feskekôrka, el templo gastronómico donde los pescadores exponen gambas árticas y salmón ahumado. Desde aquí, un corto paseo te sitúa en el barrio bohemio de Haga, repleto de casas de madera, boutiques vintage y el aroma irresistible de los rollos de canela gigantes. De regreso al agua, el barco se desliza hacia Lindholmen, corazón de la innovación tecnológica. Los viejos diques se han transformado en cafeterías flotantes y muros cubiertos de arte urbano que piden ser fotografiados.
Más adelante, la ruta cruza el estuario para mostrar el skyline de Eriksberg, donde los silos de grano se han reconvertido en lofts con fachadas de ladrillo rojo. Al fondo se divisa el puente de Älvsborg, puerta al archipiélago. Cada tramo ofrece nuevos ángulos de los veleros del museo Maritiman, del Ayuntamiento neorrenacentista y de los modernos transbordadores eléctricos que conectan las islas.
Con salidas regulares, puedes organizar la jornada a tu antojo: desayunar en Haga, visitar el Universeum, comer marisco con vistas al río y terminar la tarde en los mercados callejeros de Stenpiren. Cuando devuelvas los auriculares al final del día, habrás descubierto por qué la segunda ciudad de Suecia es un perfecto equilibrio entre tradición portuaria y vanguardia sostenible.