Excursión para cruceros a White Pass Summit y tour por la ciudad de Skagway
Acerca de esta actividad
Lo más destacado
Súbete a un minibús panorámico directamente en el puerto de Skagway y asciende por la mítica Klondike Highway hasta la cima de White Pass (1 005 m). En apenas 2 h 30 min – 3 h sentirás el cambio de paisajes: bosques de piceas, cascadas glaciares y el aire puro del Tormented Valley.
El guía comparte anécdotas de la Fiebre del Oro mientras haces paradas para fotografías tan icónicas como el cartel “Welcome to Alaska” o las cortinas acuosas de Bridal Veil Falls. El servicio parte y regresa al muelle, ideal para cruceristas con tiempo limitado.
- Reserva tu asiento y evita los autobuses masivos del puerto
- Respira el aire alpino del White Pass Summit en menos de 3 h
- Captura fotos únicas en la ruta más histórica de Alaska
Qué está incluido
- Recogida y regreso en el muelle de cruceros de Skagway
- Transporte en minibús climatizado
- Guía-conductor con comentarios en inglés
- Paradas fotográficas en cascadas, White Pass Summit y cartel “Welcome to Alaska”
La experiencia en detalle
La aventura comienza nada más bajar del barco: un minibús climatizado te recoge en el muelle y toma la antigua arteria que abrió paso a miles de buscadores de oro en 1898. A los pocos minutos, la ciudad queda atrás y se abre el denso bosque costero, hogar de piceas y cicutas que trepan por laderas imposibles.
El primer alto es una cascada glacial accesible por pasarela corta; el guía explica la acción de los hielos que esculpieron los valles en “U” del sureste de Alaska. De vuelta a bordo, la carretera gana altura y ofrece miradores sobre el valle del río Skagway, con la línea férrea del White Pass & Yukon Route serpenteando en paralelo.
Cerca de la frontera canadiense, el minibús se detiene junto al famoso letrero “Welcome to Alaska”: oportunidad perfecta para la foto que certifica tu llegada al último gran rincón salvaje de EE. UU. A pocos metros, el paisaje se transforma en la Tormented Valley, un altiplano donde apenas crecen arbustos enanos y el viento silba entre rocas cubiertas de líquenes.
En la cima de White Pass sentirás un aire más frío y un silencio roto solo por el crujido de la nieve fuera de temporada. Tras unos minutos para respirar hondo y admirar la inmensidad, el vehículo inicia el descenso, regalando nuevas perspectivas de cascadas y gargantas antes de dejarte de nuevo en el muelle, puntual para reembarcar.