Tour de fantasmas por Sacramento

El recorrido comienza en la vieja zona portuaria, donde los vaporistas atracaban con lingotes de oro y esperanzas de fortuna. El guía enciende una linterna de queroseno ficticia para recrear la atmósfera y relata la historia de un buscador asesinado por su socio: dicen que su sombra aún se proyecta en los almacenes frente al río.

A pocos pasos, el grupo atraviesa el arco de entrada al Old Sacramento Waterfront, un laberinto de pasarelas de madera donde las botas resonaban sobre tablones mal clavados. Frente al antiguo salón Eagle, el guía detalla una balacera de 1864 que dejó tres heridos y un pianista decapitado; los clientes afirman que, en noches cerradas, se oyen acordes desafinados sin traza de instrumentista.

La caminata prosigue hacia un tramo elevado de la J Street, donde los túneles subterráneos sirvieron de vía de escape durante la Ley Seca. Aquí, el guía muestra fotografías con sombras inexplicables tomadas por investigadores locales y anima a los valientes a fotografiar la rejilla del respiradero: si aparecen destellos anaranjados, tal vez hayas captado el reflejo de un farol fantasma.

Antes de regresar, el grupo se detiene ante el Stanford Mansion, iluminado tenuemente. Mientras el viento mueve las ramas, se narra el caso de la institutriz que murió de fiebre tifoidea y cuyo perfume, aseguran los guardias, aún impregna los pasillos de la planta alta. Un breve instante de silencio permite escuchar el crujir de los escalones de madera… o algo más. La experiencia finaliza de nuevo en la ribera, con recomendaciones de bares históricos donde seguir la noche —si te queda valor para otra ronda de historias.