
Bolivia afronta el Mundial de 2026 como una oportunidad histórica para mostrar la fuerza de su espíritu andino. Con el aliento de su gente y la altitud como símbolo de resistencia, la Verde compite con orgullo para representar la identidad de todo un país.
Su historia mundialista registra participaciones en 1930, 1950 y 1994, recordadas por la pasión y entrega del equipo. Referentes como Marco Etcheverry, Erwin Sánchez y Carlos Trucco marcaron una era de ilusión para el fútbol boliviano.
En 2026, Bolivia apuesta por una generación joven y valiente. Con disciplina, talento y empuje popular, sueña con superar sus límites y demostrar que su fútbol sigue lleno de corazón y orgullo nacional.